El Juli no es José Tomás

La noticia de la semana ha sido la ausencia de Julián López El Juli en la plaza de Las Ventas de Madrid la próxima temporada. Esta decisión parece más la rabieta de un niño consentido que su propio deseo interno. Ha perdido la guerra contra Digital + por los derechos de imagen y su caballo de batalla del G-10 se ha echado a perder. El Juli no es José Tomás por mucho que se empeñe. El de Velilla de San Antonio es un torero de una enorme capacidad, lo ha demostrado en su dilatada carrera, pero si ahora trata de copiar al de Galapagar mal camino lleva. Son toreros muy distintos. La intención de Julián es torear poco en 2013, en torno a una veintena de corridas. Su apoderado, el controvertido Roberto Domínguez, ya ha declinado la presencia en la feria de Fallas de Valencia y medio ha insinuado que tampoco estará El Juli quiere torear menos. Su tirón en taquilla ha bajado, la crisis hace mella, no llena las plazas, los empresarios no pueden pagarle sus altos honorarios y el público de aluvión le tiene muy visto.

A El Juli le pica que José Tomás se anuncie unas pocas tardes, agote el papel y los aficionados se den de tortas por verle torear. Pero en su caso, aunque disminuya los contratos, los aficionados no cogerán vehículos, trenes y aviones haciéndose miles de kilómetros. Luego en las plazas grandes el aficionado estricto tampoco le ve con demasiados buenos ojos. Durante estos años ha estoqueado encierros mal presentados y elige un tipo de toro muy al límite. El Juli es un torero como la copa de un pino, pero con demasiados frentes abiertos y posiblemente se esté equivocando de estrategia. Alguien debería decírselo. Un torero de su categoría debería estar en todas las ferias, matando el toro de verdad y sin polémicas, entrando en liza con toreros revelación. El Juli anda enfadado con el mundo aunque una profunda reflexión le vendría bien: José Tomás es quien es, El Juli también… Afortunadamente son diferentes para grandeza de la Fiesta.