OPINIÓN
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El concejal de Festejos de Valdemorillo, Alfonso Redondo, anda dándole vueltas a la feria taurina. Tomás Entero es un especialista y el pasado año le metió goles hasta por la escuadra. Redondo es aficionado, veremos si este año se libra: buena intención y predisposición tiene. A ver si no sólo son buenos deseos navideños.
La estructura del serial no varía de las dos corridas de toros y una novillada con picadores, del 8 al 10 de febrero. El hierro de Monte la Ermita tiene muchas papeletas.
El Ayuntamiento quiere decidir y alcanzar un acuerdo con el adjudicatario del coso, José Antonio San Román. Entero se queda de segundo de a bordo en toda esta farragosa historia.
La ganadería de San Román había sonado con fuerza, pero me aseguran que después de su estrepitoso fracaso en 2013 no lidiará. Huele a podrido que repita y han decidido que un descanso sentará bien. Lo de la vacada de Millares ha sido algo más que una ilusión óptica, según comentamos Se ha barajado, ha estado cerca de entrar en liza, pero al final la cordura ha imperado. Tenemos noticias del malestar del Ayuntamiento con Entero en la feria de este año. Parece ser que cobró la subvención antes de celebrarse el ciclo para evitar “problemas”.
Lógicamente, la oficina de Intervención de cualquier Ayuntamiento pone reparos a que se abone un pago antes de prestarse un servicio. La intención en Valdemorillo es acabar con este vicio de pagarle cuando ni ha comenzado la feria.