Descartado por razones obvias el proyecto de ‘Los Praderones’, el Ayuntamiento pretende ahora construir un campo de golf rústico en la Dehesa y que se desarrolle el sector comercial ‘Las Canteras’
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El ‘boom’ de la construcción de primeros de siglo convirtió al municipio de Moralzarzal en una de las localidades con mayor crecimiento económico de nuestra comarca. Su alcalde, José María Moreno Martín (PP), en el cargo desde 1995, se planteó desde el primer momento afrontar el desarrollo del municipio en función de las plusvalías generadas por el ladrillo, lo que le llevó no sólo a triplicar su población y por tanto sus infraestructuras, sino también su presupuesto, que en 2013 superará la barrera de los 15 millones de euros.
Al margen de las importantes partidas destinadas a Deportes, Juventud, Cultura y Seguridad Ciudadana, hemos de destacar el alto coste de la plantilla municipal y, sobre todo, las percepciones que tienen asignadas los 10 ediles del Ejecutivo y sus siete cargos de confianza (600.000 euros al año), lo que supone un salario promedio de más de 3.000 euros mensuales por cabeza. Y esto sucede en un municipio carente de industria y donde el mercado inmobiliario está en evidente declive, algo que afecta gravemente a su pilar económico fundamental, que no es otro que su sector comercial, cada día más ‘tocado’ por la crisis económica que sufre nuestro país.
Con este panorama, el Consistorio no tiene más remedio que buscarse la vida para seguir manteniendo las infraestructuras básicas del municipio, unas infraestructuras que, según denuncian los grupos de la oposición y también numerosos vecinos, empiezan a mostrar evidentes síntomas de abandono (asfaltado de calles, limpieza viaria, edificios públicos, etc.). Con esta situación, señalaba el PSOE en la pasada edición de El Faro del Guadarrama, es difícil entender que el Ejecutivo presidido por José María Moreno subvencione con casi 70.000 euros a la sociedad municipal de la plaza de toros y a la Fundación Frascuelo (45.000 y 24.000 respectivamente), mientras sólo destinan 2.500 a los escolares de Infantil y Primaria, con las instalaciones de los colegios públicos El Raso y San Miguel abandonadas a su suerte desde hace tiempo. Tampoco se aprecia asignación alguna para las familias más desfavorecidas que no tienen dinero siquiera para comer o pagar la luz, tal como denunció en la misa del pasado domingo el cura párroco de Moralzarzal.
Los Praderones y la Dehesa
Ante la imposibilidad de que el Gobierno moralzarceño pudiera seguir financiándose, como hasta ahora, a través de los impuestos y tasas procedentes de la construcción de viviendas -de ahí el empeño del regidor en sacar adelante la recalificación urbanística de la finca Los Praderones, donde pretendía recalificar un millón de metros cuadrados para construir alrededor de 1.500 viviendas-, y puesto que el derrumbe del ‘ladrillo’ parece irreversible, José María Moreno optó por aparcar, al menos temporalmente, este proyecto que había sido rechazado por el Gobierno regional en, al menos, tres ocasiones (dos de ellas durante el mandato del hoy ministro Ruiz Gallardón), y centrar su interés en otras actuaciones, siendo una de ellas el desarrollo de la Dehesa, una zona protegida por su condición de monte público desde hace más de siglo y donde proyectan promover un campo de golf rústico, lo que ha provocado el rechazo de los dos grupos de la oposición (PSOE e IU) y también de la plataforma ciudadana ‘Salvemos la Dehesa’.
“No es este el primer intento del PP por entrar en la Dehesa”, comentan los vecinos. “Ahora lo intentan disfrazar con la construcción de un campo de golf rústico; antes lo hicieron con un campo de golf tradicional y hasta con un campo de entrenamiento”, señalaron. Según ha podido saber El Faro del Guadarrama, el objetivo del Consistorio es ‘hacerse con la llave de la Dehesa’ para consumar el fin principal, y éste no es otro que dar entrada al ladrillo, algo tan incompatible en este paraje como lo pueda ser el lanzamiento de pelotas de golf a gran velocidad, las obras para instalar redes y demás equipamientos que exige un complejo deportivo de estas características. “Estamos convencidos”, asegura un concejal de IU, “que detrás de todo esto se oculta un afán privatizador para que se repita lo de Quijorna, donde un campo de golf inicialmente catalogado de rústico, terminó convirtiéndose en uno tradicional y en un espacio de uso privado”.
Otro proyecto que también podría generar ingresos a la tesorería municipal está relacionado con el desarrollo urbanístico del sector ‘Las Canteras’, terrenos situados entre la gasolinera BP y la carretera de Mataelpino y donde, al parecer, Mercadona pretendía instalarse. Hilario Rico, propietario de esta finca y de la empresa HIRIMASA, constructora adjudicataria de numerosas obras en este municipio, obtuvo la recalificación en el pleno celebrado el 14 de abril de 2011, consiguiendo así que un pastizal se transformara en una superficie de 10.000 metros cuadrados aptos para comercial, servicios y equipamientos. Curiosamente, año y medio después de que el Ayuntamiento aprobarse con carácter de urgencia esta modificación puntual, nadie ha puesto ni un solo ladrillo en el sector.