Moralzarzal

Carlos Soria desborda el Teatro Municipal en el cierre de las séptimas Jornadas de Montaña

JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Como era de prever, Carlos Soria abarrotó el auditorio de Moralzarzal, en la clausura de una séptima edición de las Jornadas de Montaña que pasarán a la historia como las más multitudinarias, gracias al enorme salto mediático del montañero en el último año y a la raigambre del evento en el calendario. “Mis mejores fracasos: Annapurna y Dhaulagiri”, fue el sugerente título de la ponencia con que Soria cerró el ciclo, aclamado por más de 600 personas, arropado por su familia, desde su mujer, Cristina, pasando por sus hijas, y hasta llegar a sus nietos, que subieron al escenario para presentar a su abuelo ante el entregado público. Luego llegaron las diapositivas y vídeos sobre esos fracasos convertidos en éxito, con sus autores, Dani Salas y Luis López Soriano, y el reconocimiento general a un hombre que cuando cumpla el próximo mes de febrero 74 años, volverá a intentar la cumbre del Annapurna.

La capacidad de convocatoria de Carlos Soria fue tal que el Ayuntamiento tuvo que coordinar con Protección Civil un dispositivo especial para controlar las aglomeraciones en los accesos. Habían sido puestos sobre aviso tras el éxito del fin de semana anterior de Gerlinde Kaltenbrunner y Álex Txikón, que en cierto modo era previsible, no así el de la charla científica del viernes, a cargo de Sito Carcavilla. El geólogo castellonense rozó el lleno con su extraordinaria ponencia sobre la formación de las grandes cordilleras asiáticas y demostró que el interés por la montaña es creciente desde todos los puntos de vista.
“Los montañeros siempre contamos lo mismo; que si hace viento, que si llegamos al campo 1 o el 2, que si tal…pero esto de Sito sí que merece la pena. Creo que es muy buena idea dedicar al menos una conferencia a los científicos”, decía Carlos Soria el viernes, antes de ver cómo su amigo y compañero en cinco expediciones cautivaba al auditorio explicando por qué se formaron los ochomiles, esos colosos donde Soria está construyendo su gran leyenda.