M. L. L. Madrid
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El 70 por ciento del consumo de agua en España lo provoca la agricultura y sólo el 30 la industria y el consumo humano. Por eso, y desde mi punto de vista, los que deben reducir el consumo son los agricultores, cambiando las técnicas de la inundación por el goteo. Muchas veces esos agricultores producen frutas y verduras que no tienen mercado y son arrojadas a un vertedero.
Desde que entramos en la Unión Europea las tierras de regadío han aumentado 10 veces su extensión. El 30 por ciento del agua para consumo humano se pierde por el mal estado de las cañerías. Y en gran parte de España las aguas fecales se arrojan a los ríos sin depurar. En algunas regiones si este agua se tratase tendría casi asegurada el 40 por ciento de agua para regadíos, pero es más barato echarlas al mar o a un río que depurarlas.
Lo de usar 60 litros de agua al día (propuesta hecha por la ministra Narbona) debe ser un chiste, pues de llevarse a efecto esta medida tendríamos que vivir como en la posguerra o en el África subsahariana. Lo único que busca esta señora con su falso ecologismo es subir el precio de la energía eléctrica y el recibo del agua.