ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Negro y blanco. El ying y el yang. Vacío y plenitud. De esa confrontación de “sentimientos primarios”, explica el coreógrafo Jesús Carmona, nace Cuna negra & blanca, una obra que ya se presentó hace algo más de un año en el Teatro Paco Rabal de Madrid, aunque no se estrenó de forma oficial hasta el pasado mes de septiembre, en la Bienal de Flamenco de Sevilla. Mañana, sábado (20.00 horas), se podrá disfrutar de este montaje en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo, dentro de la programación del Festival Madrid en Danza.
“Es un espectáculo que no tiene hilo argumental; no pretendemos contar una historia, sino llevar al público dos sentimientos muy claros: el vacío y la plenitud, que al final y al cabo son los dos pilares que sustentan nuestras vidas”, indicaba Carmona en una entrevista con El Faro del Guadarrama.
A lo largo de esta hora y media hay fandangos, farrucas, sevillanas y romances, entre otros palos, pero no se trata de “flamenco al uso”, sino de la suma de distintas piezas con el denominador común de moverse entre esos dos sentimientos que “se complementan; no pueden existir el uno sin el otro”. “Esto queda reflejado en el baile y la parte musical, pero también en el ambiente y la iluminación. No hay una historia de amor ni nada parecido, sino la intención de que el público se deje llevar y finalmente sea él el que, una vez fuera del teatro, se monte su propia película”.
“El vacío hace que luches y que te des cuenta de que, a veces, hasta que no lo has perdido todo, no eres consciente de que no has perdido nada y de que es hora de luchar por lo que verdaderamente quieres y por esa plenitud que se siente cuando te rodea todo lo que quieres y sientes paz…”, indica Carmona en la presentación de este espectáculo.
Y el domingo, para toda la familia
Además de la puesta en escena de mañana, Jesús Carmona presentará el domingo (12.30 horas) Cuna negra & blanca en versión para el público familiar, respetando los números originales, pero “pensando en los niños, con una interpretación más marcada”. Además, una vez finalizado el espectáculo, el propio coreógrafo y los integrantes de la compañía responderán a las preguntas del público. “Es importante dar voz a la gente, responder a sus dudas, y sobre todo tengo curiosidad por ver lo que los niños nos pueden preguntar”, explicaba, para después subrayar la importancia que los más pequeños se acerquen no sólo al mundo de la danza, sino a la expresión artística en general. “Es fundamental que haya una cultura de ir al teatro, que la gente se acostumbre a ir con sus hijos y que la cultura sea accesible para todos”, finalizó Carmona, reciente ganador del premio Desplante en el Festival de las Minas de La Unión.