Collado Villalba

“Me desahuciaron y ahora vivo de ‘okupa’ con una deuda de por vida”

Jessica y Josué vivían con sus tres hijos en un piso de Collado Villalba de donde fueron desahuciados. No es el único caso: la PAH conoce la situación de otros cuatro vecinos a punto de ser ‘desalojados’

Arancha Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Esta es una historia con un final desgraciadamente cada vez más habitual. Es la historia de Jessica R., que junto a su marido y a sus tres hijos, se ha quedado en la calle, de modo que ahora ha ‘okupado’ una vivienda en la periferia de Madrid después de que le embargaran su piso de Collado Villalba y el banco le denegase un alquiler social. Es el drama de cientos de familias en España y el de Jessica es uno de los casos que se han vivido en Collado Villalba. Una desesperada situación que con las nuevas medidas que pretende impulsar el Gobierno nacional se podría haber evitado. “O no”, relata apenada esta villalbina de adopción, nacida en Ecuador.


Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH-Madrid), al menos cuatro personas de Collado Villalba se han puesto en contacto con esta entidad en los últimos meses. En uno de los casos han conseguido que la entidad bancaria (Caja Duero) haya accedido a que la hasta ahora dueña de la casa continúe viviendo en su piso a cambio de un alquiler social, además de estar estudiando la dación en pago.

Jessica R. explica que tanto ella como su familia no se pusieron en contacto con esta plataforma, ni tampoco con Servicios Sociales o partidos políticos. “Aguantamos todo lo que pudimos en nuestra casa, una vivienda que nos costó cerca de 300.000 euros, y aunque ya habíamos pagado 90.000 la adjudicación fue por un precio muy bajo, así que tendremos una deuda de por vida”, explicaba. Esta villalbina trabaja esporádicamente en limpieza de hogares y su marido era albañil hasta que estalló la burbuja inmobiliaria. Lleva cuatro años en el paro.
“Nosotros no queremos quedarnos con la casa si no la podemos pagar, lo que nos hubiera gustado es no tener que cargar con esta deuda, ni estar de okupas en una casa. Me da miedo que me quiten a mis hijos por estar en esta situación”, explica su marido, Josué B., quien manifiesta que hace mucho tiempo se tragó su orgullo y ahora acude a Cáritas a por comida para darle algo a sus hijos. “Todos los días se llevan algo a la boca, no es que estén muy bien alimentados, pero no pasan hambre”, aseguró.

El hecho de estar viviendo en una casa que no les pertenece y tras haber vivido un desahucio les hace “no dormir bien” y estar “intranquilos” cada vez que llaman al timbre.

Para ellos, las nuevas medidas sobre los desahucios han llegado tarde. “Nos hemos puesto en contacto con una asociación de ecuatorianos para que nos digan si se puede pedir con carácter retroactivo que vuelvan a estudiar nuestro caso”, señaló.

Desde la PAH recuerdan que “el anuncio de un grupo de trabajo PP y PSOE sobre desahucios viene forzado por la movilización de miles de afectados que, con la solidaridad de los movimientos sociales, han conseguido paralizar más de 500 desahucios en dos años, numerosos acuerdos de dación en pago y alquiler social mediante concentraciones en las sedes de los bancos, además de recoger más de 400.000 firmas, camino del medio millón, para presentar ante el Congreso una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pide la paralización de desahucios; la dación en pago retroactiva (que salve de una deuda perpetua a las personas ya desahuciadas desde 2007); y el alquiler social en las viviendas embargadas por los bancos a cambio de una renta mensual que no supere el 30 por ciento de los ingresos familiares”.