El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Que 16 militantes se den de baja en desacuerdo con la gestión de la actual dirección socialista en San Lorenzo de El Escorial debería ser un motivo más que suficiente como para llevar a su Ejecutiva, con Francisco de Gregorio como secretario general, a abrir un periodo de reflexión. Más aún si entre las salidas se encuentran la de varios ex concejales, un ex alcalde (José Luis García Millán) y el anterior secretario de Organización. Bajas bien significativas que dan cuenta del malestar existente en el seno del PSOE gurriato, por mucho que sus dirigentes nieguen la mayor, no sin antes haber emprendido una campaña de desprestigio contra los ediles socialistas de la anterior legislatura. Sin embargo, aún no ha habido una reacción oficial. El PSOE, a nivel general y desde luego también en San Lorenzo, no puede permitirse vivir en la resta continua, sino que debe ser capaz de sumar, de integrar, de entender las críticas como parte del debate interno y de no convertir la disensión en un espectáculo de enfrentamientos que trascienden lo político y llegan a lo personal. De lo contrario, su imagen como alternativa de gobierno quedará gravemente dañada.