Opinión

Limón

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
LIMÓN por enésima vez a Marisol Casado, alcaldesa de Alpedrete, veterana regidora que una vez más ha vuelto a poner de manifiesto su obsesión por demostrar que ella es la que ordena y manda en su municipio. Su penúltima gesta (seguro que habrá más) fue negarse a pagar de su bolsillo (así se lo habían pedido los grupos de la oposición) los 15.000 euros correspondientes a los salarios de tramitación generados por el despido improcedente de una trabajadora municipal, porque advertida del riesgo que corría en caso a llevar este asunto ante los tribunales, hizo oídos sordos y su ‘capricho’ le va a costar a las arcas municipales un desembolso total de 38.000 euros, todo un lujo en tiempos de crisis.