El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La historia de José Tomás se escribe con letras de oro. Más aún tras su encerrona en Nimes el pasado domingo 16 de septiembre, cortando 11 orejas y un rabo e indultando al toro Ingrato de Parladé. El torero fue capaz de desorejar a todos los astados menos al último, desplegando sus mejores armas. Los toros de Victoriano del Río, Jandilla, El Pilar y Garcigrande ayudaron al zambombazo del torero porque embistieron mucho y bien.
La faena al buen toro de Parladé fue una catarsis de toreo al natural con muletazos de infinita profundidad, con naturalidad pasmosa y pases de pecho antológicos.