El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Sábado 8 de septiembre. Novillada Picada. Media entrada. Novillos de Montealto, bien presentados, serios, parejos y limpios de pitones. De buen y variado juego. 6º, bravo y encastado, de nombre “Durmiente”, premiado con la vuelta al ruedo. 4º, bueno y con clase. 1º, manejable. Peor 3º y 5º. Juan Leal, saludos y silencio; Román, silencio en los dos; y Fernando Rey, oreja y dos orejas y rabo.
Domingo 9 de septiembre. Novillada sin picadores perteneciente al ‘Certamen Camino hacía Las Ventas’. Un tercio de entrada. Novillos de El Ventorrillo, bien presentados y de parejas y buenas hechuras. De juego desigual. 3º y 6º, buenos. 1º, manejable. 2º y 4º, mansos. Rodrigo Álvarez, saludos y palmas; Pablo Gallego, oreja en ambos y Manrique Rivera, dos orejas y oreja.
El novillero Fernando Rey impactó en la novillada con picadores celebrada en Navacerrada con motivo de su feria de la Natividad de Nuestra Señora. Cortó tres orejas pero su actuación fue un fuerte golpe de atención para aficionados y profesionales. Cortó dos orejas al novillo que cerró el festejo, un ejemplar bravo y encastado de Montealto que recibió la vuelta al ruedo en el arrastre. Rey había manejado con soltura el capote, pero su labor con la muleta fue importante. Le dejó la muleta muy puesta al utrero, bajó mucho la mano y toreó con mucha rotundidad y profundidad. La suya fue una faena intensa, con frescura y el broche a la faena fue espectacular. Un gran espadazo tiró al novillo sin puntilla. Se le otorgaron dos trofeos de ley tras pedirse el rabo con insistencia. A su complicado primero, el malagueño le entendió muy bien y estuvo muy por encima de las posibilidades de su oponente.
Un lujo de novillada
La novillada de Montealto fue un lujo y hubo otro novillo muy cuajado que tuvo mucha clase, fijeza y prontitud, dando un gran juego. Juan Leal le toreó con despaciosidad, muy templado, con una técnica muy depurada para luego meterse entre los pitones del utrero con mucha autoridad y dominio. El francés se encuentra muy a gusto pisando esos terrenos y su faena también tuvo argumento. Mató bien y se le dieron dos orejas. Ante su manejable primero, Leal realizó una faena sólida y capaz, aunque dos pinchazos hicieron que se esfumase el premio.
El lote menos claro fue para Román. El primero fue mansote y sin celo y el valenciano no pasó de una faena discreta y sin demasiado contenido. El quinto fue manso, y aunque el torero trató de buscar las vueltas al novillo la faena no logró nunca tomar vuelo. Rey y Leal por la puerta grande junto al mayoral de la ganadería en una tarde de relieve.
Muy buen nivel
El domingo 9 se celebró la novillada sin picadores perteneciente al Certamen Camino hacías Las Ventas. Rodrigo Álvarez, Pablo Gallego y Manrique Rivera se enfrentaron a una preciosa y bien hecha novillada de El Ventorrillo que no acabó de romper y que algunos novillos acusaron mansedumbre. Los tres novilleros rallaron a muy buen nivel. El tercero sí tuvo clase, raza y repetición, siendo muy bien aprovechado por el colombiano Manrique Rivera, que le toreó con largura y corrió muy bien la mano. Su labor tuvo intensidad ante la emoción del eral de Ventorrillo. Mató bien y paseó dos trofeos. Volvió a estar a buen nivel con el sexto, un astado manejable al que toreó con seguridad y relajo, sumando otro trofeo.
Rodrigo Álvarez se fue de vacío, pero demostró agallas y raza. Sorteó un ejemplar áspero y que embestía, dando muchos arreones. Fue volteado y volvió a la cara del novillo como un jabato, imponiéndose a la condición de su oponente. Arreó el novillero y si no hubo premios fue por culpa de la tardanza en caer del utrero y también el puntillero, que lo levantó varias ocasiones.
Pablo Gallego también paseó un trofeo de cada uno de sus novillos. A su primero, manso, lo toreó con estética y temple en una faena de gusto. El quinto también se dejó, aunque no le sobraban las fuerzas. Gallego le entendió bien en una faena de recursos y donde se gustó en varias fases. Manrique y Gallego salieron por la puerta grande.