El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las luchas internas por el poder continúan en la Agrupación Socialista de Collado Villalba. En una sede donde durante años únicamente se escuchó la voz del ex alcalde y ex secretario general José Pablo González Durán, ahora sus ‘discípulos’ se pelean públicamente por dirigir un partido resquebrajado tras los escándalos acaecidos durante la gestión del que fuera regidor de la localidad durante 12 años.
Aunque en el PSOE villalbino conviven diferentes familias, actualmente éstas se dividen fundamentalmente en dos grupos: el primero, liderado por Rosana Crespo, ex concejala de Cultura y Deportes, además de ‘delfín’ de González; y el segundo, encabezado por el ex edil de Urbanismo y actual secretario general de la Agrupación Socialista, Juan José Morales, apoyado por los críticos con el anterior regidor. Esta división es patente en el propio grupo municipal, donde las ediles Beatriz Martín y Chana Vázquez apoyan a Morales, mientras que Belén Sánchez y Luis García se alinean en el sector de Crespo.
Sin sueldo
El último capítulo en este peculiar culebrón del verano se ha vivido el pasado mes de agosto, a raíz de la retirada de las retribuciones económicas que percibían los ediles Belén Sánchez y Luis García por su dedicación al cargo. A partir de ahora, estos concejales cobrarían las dietas de asistencia a pleno, valoradas en cerca de 550 euros mensuales. Este escrito fue presentado y firmado por Morales, Martín y Vázquez. Tras hacerse efectivo dicho reparto, Rosana Crespo ha vuelto a manifestar su oposición al portavoz, recordando que sus compañeros sólo cobrarán las dietas por asistencia a plenos y comisiones.
No es la primera crítica de Crespo hacia Morales, pero sí la más airada, utilizando para su propagación la página de la Agrupación Socialista en la red social Facebook y dejando completamente a un lado su propia máxima de que los “trapos sucios se lavan en casa”..
Todo parece indicar que la decisión de retirar las retribuciones se debe a que la nueva Ejecutiva considera que estos concejales no están realizando sus labores públicas al 100 por 100, sino que trabajan para favorecer los fines de José Pablo González, que no son otros que volver a controlar tanto la Agrupación como el grupo municipal, ‘torpedeando’ el trabajo del nuevo secretario general.
Reunión post-vacacional
En la primera semana de septiembre se reunieron los seis ediles para abordar el nuevo funcionamiento del grupo. A la reunión acudió también el secretario de Política Municipal, Carlos López. Un encuentro ‘tenso’ que más tarde Crespo calificó como “lleno de sandeces y falta de criterio político”, declaraciones que nuevamente hizo públicas en las redes sociales.
Estas críticas a la nueva Ejecutiva no han sido las únicas. Varias páginas, supuestamente controladas por el mismo grupo de militantes josepablistas, se han dedicado a criticar y descalificar a los concejales afines a la línea oficialista.
Cabe recordar que esta fractura se produjo hace más de un año, cuando los escándalos que salpicaron los últimos meses de gestión del ex alcalde provocaron que los afiliados que estaban a punto de abandonar la militancia volvieran a la Agrupación para pedir explicaciones, sin encontrar ni un atisbo de autocrítica.
Pese a que Morales era uno de los hombres fuertes del ex regidor, se terminó convirtiendo en un crítico, e incluso se negó a cumplir los postulados que se le marcaban.
José Pablo González optó entonces por promover y apoyar la candidatura de Rosana Crespo a la Secretaría General del PSOE villalbino, ya que su ‘obsesión’ era no perder la pequeña cuota de poder que aún tenía, ya que hay que recordar que el ex alcalde no cuenta con el apoyo de Tomás Gómez (de hecho, éste no acudió a la Agrupación villalbina durante mucho tiempo porque la Ejecutiva no le invitó a ningún acto). Por otra parte, las reuniones de Belén Sánchez, Rosana Crespo y Luis García con el ex alcalde son públicas. De hecho, hasta las preguntas que formulan en los plenos parece estar ‘inspiradas’ por González.
Aún así, los josepablistas no se resignan a no poder controlar la Agrupación. De hecho, pretenden solicitar la convocatoria de una nueva asamblea general en la que pretenden pedir explicaciones sobre la gestión realizada por el actual secretario general, Juan José Morales, un mecanismo al que durante mucho tiempo se negó el antiguo secretario general, incluso cuando sus compañeros le pidieron explicaciones sobre su polémica estancia en un hotel de Andorra.