Alberto Contador, enfundándose el maillot rojo de líder tras la etapa con final en la Bola del Mundo (Foto: C. M.)
CICLISMO
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde los 80 no se recordaba un seguimiento tan masivo a una etapa de la Vuelta a España en la Sierra. El espectáculo previo de Contador, Valverde y Purito Rodríguez, la dureza de recorrido camino de la terrible subida final a la Bola del Mundo, y el renovado tirón mediático de la carrera, llevaron desde primera hora de la mañana a decenas de miles de aficionados a las cunetas de los puertos serranos.
Ni siquiera cortes de tráfico como el de la M-601 a la altura de la Fonda Real, a ocho kilómetros del alto de Navacerrada y a las 9 y media de la mañana, casi siete horas antes del primer paso de los ciclistas, ni los aguaceros que amenazaron el final de etapa y el paso por los puertos, tuvieron un efecto disuasorio en los afiionados. Travesías como la de Cercedilla, donde se ubicó el último sprint bonificado, se vieron abarrotadas de un público llegado de diversas regiones que completó el típico pasillo a los corredores al más puro estilo del Tour en la práctica totalidad de los tres kilómetros de durísimo ascenso que conducen a la Bola del Mundo. El espectáculo estuvo a la altura, con el ataque final de Purito buscando la segunda plaza de Valverde, la respuesta del murciano, el sufrimiento de Contador para administrar su ventaja y la victoria parcial tras una épica escapada formada desde la primera subida a Navafría del ruso Denis Menchov, ganador del Giro y doble campeón de la Vuelta. Todo ello se vio amenazado por las tormentas y aguaceros que afectaron a la línea de meta pasado el mediodía, y a puertos como Navafría y Morcuera, donde las nubes descargaron un impresionante aguacero nada más salir de Miraflores. Incluso Alejandro Valverde, aterido de frío bajando Navafría, pasó un momento de crisis que le hizo perder contacto con el grupo. La climatología mejoró en el penúltimo ascenso, al Puerto de Cotos, y al final se pudo contemplar el espectáculo en toda su dimensión.
Tras la batalla final por la General del sábado, la Sierra despidió a la Vuelta a lo grande, con la salida de la etapa final desde la Plaza Nueva de Cercedilla. Unas 4.000 personas tomaron toda travesía para ver salir el pelotón camino de Madrid, donde el podio de La Castellana coronó a Alberto Contador.
El director general de la Vuelta a España, Javier Guillén, vecino de Alpedrete, admitió que la etapa de la Bola ha sido la más dura jamás diseñada en la Sierra y destacó la masiva presencia de aficionados en las cunetas. El dirigente anunció más finales en la Bola en el futuro, aunque sin precisar si el próximo será el año que viene.