El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El pueblo español va a tardar muchos años en olvidar un gobierno de izquierda incapaz de intuir los signos para un tiempo nuevo, con el liderazgo de sus campañas electorales y el falso eslogan repetido en torno al cambio. Y esa sigue siendo su mayor torpeza. Boicotearon con fuerza todo residuo que tuviera algo que ver con el franquismo para instalarse ellos en el más de lo mismo, con un tinte solapado progresista. Sin pensarlo ni quererlo se embarcaron repetidamente en su ideología en una gestión de más propia del capitalismo hacia dentro que de socialismo exterior como proclama el falaz anacronismo. Unas maneras impropias del tiempo nuevo que les cupo gobernar. Empecinados con su memoria histórica, olvidaron situarse en el tiempo presente que les demandaba la sociedad y los ciudadanos con su voto repetido. La ineptitud de gestión, junto a la manipulación ideológica continua en los foros y púlpito de debate diversos, lo que terminó provocando cierta somnolencia y sopor en el electorado, con los resultados conocidos. Al son de su discurso anticuado medraron ellos y sus entornos aupados con subvenciones y blindajes a mogollón. Los jueces tienen ahora expedientes acumulados entre Faisanes, ERE’s, espionajes... juegos sucios y otras prebendas silenciadas. Entre tanto, los manifestantes ajenos al problema y adictos a las consignas de Rubalcaba, ¿serán capaces de despotricar en sus campañas diurnas y nocturnas alguna vez, en sus pancartas, contra los derroches y despilfarros de todo tipo en las arcas públicas?