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Los ecologistas piden prudencia en las medidas a tomar tras el incendio en la Sierra Oeste

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras el incendio que la semana pasada arrasó más de 2.000 hectáreas en los términos municipales de Valdemaqueda, Robledo de Chavela y Santa María de la Alameda, Ecologistas en Acción ha pedido “prudencia antes de tomar decisiones que agraven el daño ambiental” ocasionado por el fuego en la Sierra Oeste. El monte quemado, indica este colectivo, tiene una alta capacidad de regeneración natural que hará innecesario intervenir con costosas repoblaciones.

Labores preventivas
Tras el incendio, advierten, lo más importante es eliminar los restos de vegetación muerta y especialmente realizar labores preventivas para evitar la erosión del suelo. Al desaparecer la cubierta vegetal, el terreno queda desprotegido y las lluvias posteriores arrastran el suelo desnudo, perdiendo la fertilidad y dificultando la regeneración de la vegetación. Por ello se hace imprescindible corregir las escorrentías de aguas superficiales mediante métodos que reduzcan la velocidad del agua.

Regeneración natural
Por otra parte, el tipo de vegetación predominante en la zona quemada, pino y encina, y el alto grado de naturalidad vaticinan una importante regeneración natural. Por ello, asegura el grupo conservacionista, “lo razonable es no intervenir, al menos en un plazo de dos años, esperando que la naturaleza haga su trabajo y actuando simplemente en aquellas zonas donde la regeneración natural no se produzca. Entrar con maquinaria pesada arrasando el suelo castigado por el incendio, para plantar lo que la naturaleza va a producir espontáneamente es un error que agrava el proceso de restauración forestal y que requiere cuantiosas inversiones”.

Ecologistas en Acción afirma que para evitar situaciones similares no hay que “limpiar” el monte. “Los montes no se limpian, se conservan”, afirman, trabajo en el añaden, “juega un papel esencial la ganadería, una actividad relegada y olvidada en la Comunidad de Madrid pero que, adecuándola a la capacidad de carga de cada zona, se convierte en el mejor aliado para controlar la vegetación sin arrasar con ella”.

Medidas de seguridad
Igualmente, resulta imprescindible hacer cumplir las medidas de seguridad de los enclaves urbanos en zonas forestales. Así, explican, las urbanizaciones deben contar con planes de autoprotección, con franjas perimetrales de 15 a 20 metros de ancho. En la zona incendiada, termina este colectivo, “ninguna de las urbanizaciones contaba con las medidas de seguridad obligatorias, lo que forzó a concentrar más medios, durante más tiempo, en la defensa de estos enclavados, en lugar de atacar el avance del fuego”.

“Son unos cantamañanas como la copa de un pino”
El alcalde de Robledo de Chavela, Mario de la Fuente (PP), acusó a los agentes forestales de ser las “SS (escuadras de protección nazis) medioambientales” y les ha criticado por “destrozar el medio ambiente”.

Además, el alcalde afirmó que los agentes son unos “cantamañanas, jetas, impresentables y sinvergüenzas”, añadiendo que “ellos son los que tienen que vigilar la zona rústica”. “Menos sindicatos y más trabajo, que ya vale de vivir de los presupuestos de la Comunidad y de los impuestos de los ciudadanos”, concluyó De la Fuente.
“Este incendio se hubiera minimizado si hubiese habido cortafuegos. Aquí los forestales y ecologistas tienen que pensar qué es lo que ha pasado, que se dejen en paz de estupideces que son unos cantamañanas como la copa de un pino. Sólo vienen a pintar la mona”, señaló en declaraciones a Sierra Oeste Radio.