ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las primeras corridas de toros celebradas en la plaza de Las Ventas de Madrid arrojan un saldo bastante pobre. Tan sólo José Pedro Prados El Fundi, que había entrado por la vía de la sustitución, tras la vacante dejada por Curro Díaz, abrió el marcador de la temporada en la corrida del 8 de abril, Domingo de Resurrección.
Este festejo servía para dar la alternativa al segoviano Víctor Barrio, un novillero forjado a la vera de esta comarca, y también confirmaba el doctorado el charro Juan del Álamo frente a un encierro de José Luis Pereda que tuvo dos toros con posibilidades dentro de un conjunto al que le faltó fuerza y casta.
El Fundi arrancó esta oreja tras una actuación cargada de madurez, de mucho poso y de maestro. Su labor estuvo llena de poderío, con series sobre la mano zurda de gran capacidad, dominio y torería. La espada en la yema puso una oreja de mucho peso.
No se puede decir lo mismo del toricantano Víctor Barrio, que estuvo un tanto atenazado por los nervios y el compromiso. El toro de la alternativa fue de los más claros y no terminó de confiarse, llegando incluso a sufrir una voltereta que afortunadamente no pasó a mayores.
El sexto duró muy poco y Barrio, más firme ahora, lo intentó pero no pudo obtener lucimiento.
Juan del Álamo pechó con un lote que le ayudó muy poco pero dejó patente ser un torero fácil y de muchos recursos. Ante el quinto, manejable pero sin emoción, lo intentó por ambos pitones. Ambos diestros tienen todavía un cartucho por quemar durante la próxima Feria de San Isidro, mientras que El Fundi le quedan aún dos compromisos.
Sin cumplir las expectativas
El Domingo de Ramos tuvo lugar en la Monumental venteña la primera corrida de toros de 2012. Con una respuesta de público muy considerable, cercana a los tres cuartos de aforo, se celebró el mano a mano entre dos toreros relanzados el pasado año de esta plaza: Iván Fandiño y David Mora.
El encierro de Jandilla, muy dispar de presentación y tipos, tuvo falta de fondo y fuerza, aunque hubo un par de toros (cuarto y quinto) que debieron ser mejor aprovechados. El público esperaba más de los astados de Borja Domecq, pero también de los dos espadas que en otras ocasiones han estado en otro nivel con toros de peores condiciones.
David Mora realizó los momentos más artísticos ante el segundo, un toro de poco fuelle al que realizó una labor compuesta y aislada. Fandiño tuvo una primera parte en el quinto donde logró series estimables por el lado derecho, pero con la zurda no hubo acople. El estoconazo sí fue contundente.