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"La reforma laboral aprobada por el Gobierno es una masacre contra los derechos de los trabajadores"

José Ricardo Martínez, Tomás Martín Moyano, Javier López y Julio Suárez, en la sede de Comisiones Obreras en Collado Villalba (Foto: E. P.)

Los secretarios generales de UGT y CC OO en Madrid visitan Collado Villalba para hacer un llamamiento a la participación en la huelga general del 29-M

ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
En vísperas de la jornada de huelga general convocada para este jueves, 29 de marzo, los sindicatos calientan motores con distintos actos previos en la región. Uno de ellos tuvo lugar este martes en Collado Villalba, localidad a la que acudieron los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras en Madrid, José Ricardo Martínez y Javier López, quienes comparecieron en rueda de prensa acompañados por los líderes comarcales de ambos sindicatos, Tomás Martín Moyano y Julio Suárez. “Hemos realizado más de 5.000 asambleas para animar a los trabajadores y trabajadoras a participar en la huelga general. El resultado es muy positivo, porque la gente entiende que estamos ante una reforma laboral que vulnera prácticamente todos los derechos laborales adquiridos a lo largo de toda la etapa democrática", manifestó Javier López en la sede de CC OO de Collado Villalba, situada en la calle Pardo de Santallana, en el popular barrio obrero de El Gorronal, precisamente uno de los más castigados por la crisis.


"Nunca ha habido una agresión tan dura ni tan intensa como la que ha realizado el Gobierno del PP sin llegar siquiera a los famosos 100 días de cortesía. Los trabajadores son conscientes de que esta reforma abarata y favorece el despido, y creo que la huelga va a tener un seguimiento muy amplio y que las manifestaciones que van a recorrer las calles de Madrid esa misma tarde del día 29 van a ser masivas, exigiendo la retirada inmediata de la reforma laboral y la apertura de un proceso de negociación que contribuya a sacarnos de la crisis sin debilitar los derechos laborales y evitando recortes sociales”, añadió.

Tomó el relevo el máximo responsable de UGT en Madrid, José Ricardo Martínez, quien comenzó diciendo que en caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy no mueva ficha, habrá más huelgas. “Ésta no es una reforma más; es una transgresión a la moral y a la civilidad. No es una decisión de un gobierno que pueda ser de derechas, porque no hablamos de derechas o izquierdas, hablamos de una inmoralidad y probablemente también de una ilegalidad en algunas de sus cuestiones desde el punto de vista constitucional. No es un enfrentamiento entre la manera de pensar de los sindicatos y del Gobierno, sino de una masacre a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de este país. No es una huelga que podamos perder o ganar, sino que es una huelga absolutamente seguida y sentida desde el principio”, subrayó el dirigente sindical. A continuación lamentó que el “primer objetivo” de esta reforma sea sumar 600.000 nuevos desempleados. “Ya me explicarán si en un país con 5,2 millones de parados podemos permitirnos llegar a los 6. ¿Qué estupidez es esta? ¿A quién quieren engañar? ¿De quién se quieren burlar?”, se preguntó Martínez, para después añadir que, a su juicio, al Partido Popular ya se la empezado a pasar factura la reforma laboral, recordando la pérdida de 400.000 votos en las elecciones autonómicas celebradas el domingo en Andalucía y Asturias. “Queremos que en el trámite parlamentario se negocie y se cambie, y esta huelga general es una oportunidad para el Gobierno para que esto sea así”, señaló.

En cuanto al seguimiento del paro, Martínez mostró su confianza en que fuera “grande, en función de la gente que pueda hacer la huelga. Nosotros no vamos a exigir a seiscientoseuristas que la secunden. Lo harán si pueden, si sus condiciones personales y familiares se lo permiten. Y lo cierto es que ya tenemos, tanto UGT como CC OO, cientos de denuncias por amenazas a trabajadores y trabajadoras, también de esta comarca, para que no secunden la huelga ese día, bajo la perspectiva de un despido”. “Estoy convencido de que el seguimiento va a ser amplio y la manifestación histórica”, indicó, añadiendo finalmente que entre los objetivos de la convocatoria también está el de “intentar preservar nuestra libertad”. “Por primera vez en la historia de la democracia española, los empleados públicos pueden ser despedidos con esta reforma, y lo saben, pero estoy seguro de que ejercerán su derecho a la huelga”, concluyó.

En este mismo sentido se pronunció luego Javier López, secretario general de CC OO, vaticinando que el paro “va a ser significativo en todo Madrid”. “Es una reforma que golpea a todos los trabajadores por igual, a los empleados públicos, a los laborales, a los interinos, a los empleados de la industria, de los servicios, y va a ser muy ampliamente seguida. El Gobierno del PP va a tener que enfrentarse a una respuesta masiva de la ciudadanía frente a esa opción de aplicar recortes injustificados y una reforma que únicamente anima al empresario a despedir a los trabajadores”, aseguró.

Preguntado por la oportunidad o no de la convocatoria, señaló que “nunca es buen momento para hacer una huelga”, subrayando que los sindicatos no hacen un llamamiento al paro general “por capricho, sino porque se ha producido una agresión”. “Lo que tiene que tener claro este Gobierno es que debe tomar buena nota de la huelga que vamos a llevar adelante, del resultado en forma de contestación a sus políticas, y tiene que sentarse a negociar. Este país no puede salir de la crisis con políticas como las que se quieren poner en marcha, con esta reforma laboral. España no necesita facilitar el despido, sino más crédito para las empresas, una reforma del sistema financiero, una reforma fiscal para captar recursos de quienes más tienen, una reforma de su modelo productivo y económico, y todo esto no se hace a través de una reforma laboral que sólo incentiva a los empresarios a mantener o recuperar sus beneficios expulsando a parte de los trabajadores de su empresa. Por esa vía no reactivamos la economía, sino que los trabajadores desconfiamos cada vez más de nuestro futuro y consumimos menos, y si no hay consumo no hay posibilidad de superar esta crisis. La única forma de salir de esta situación es restablecer la confianza, apostar por el empleo y no facilitar y abaratar el despido”, manifestó en su intervención ante los medios. “Un empresario no va a contratar porque pueda despedir más fácil a un trabajador, pero sí puede animarse a hacer despidos como vía de salida a una determinada situación económica en su empresa. Esto no ocurre en ningún lugar de Europa, no nos moderniza, no nos acerca al espacio europeo, donde lo último que se hace es despedir. Antes hay que intentarlo todo para salvar la actividad económica de la empresa, y sin embargo en España lo que se hace es incentivar el despido, que es lo que ya se está empezando a producir. Los primeros datos del paro han sido reveladores, porque en el primer mes de aplicación de la reforma el desempleo ya ha crecido, y lo seguirá haciendo a lo largo de 2012 si no se contiene esta sangría y se restituye la confianza. Los recortes sociales y en inversiones no nos van a permitir salir de esta crisis”, manifestó.

López continuó su diagnóstico haciendo referencia a la situación de países como Estados Unidos, “donde la inversión pública se ha alentado y ya empiezan a recuperar empleo y tasas de crecimiento”. Sin embargo, prosiguió, “España, Grecia, Italia o Portugal nos vemos condenados por las políticas de Merkel y Sarkozy, pero también por la incapacidad de nuestros gobiernos de hacer frente a esas políticas que nos vienen impuestas. Nos vemos abocados a la pérdida de empleo y de actividad económica, lo que hace inevitable una situación de empobrecimiento generalizado. Lo que esta reforma consigue es acabar con lo que hasta ahora se había entendido como clases medias. Y además condena a quienes se incorporen al mercado laboral a tener contratos de emprendimiento que van a obligar a tener un periodo de prueba y a ser despedidos transcurrido ese año. Nuestros jóvenes mantendrán contratos formativos con menos derechos hasta los 33 años. Es una situación que no cabe en ninguna cabeza sensata. Pedimos al Gobierno que se siente a negociar con los sindicatos. Mientras se sigan empeñando en otra cosa, no vamos a ninguna parte, sino a más crisis, más paro y más empobrecimiento”, afirmó.

Finalmente, se refirió también al apoyo de más de mil asociaciones y colectivos de todo tipo, que además han reclamado “que la jornada de huelga sea un día en el no consumimos, no compramos, no tomamos una cerveza o no entramos a un supermercado, y que por tanto la huelga general de carácter laboral sea acompañada por una huelga de consumo”. Es una medida, terminó, “que goza de toda nuestra confianza”.

Por último, el secretario general de UGT en la comarca, Tomás Martín Moyano, aseguró que el día 29 trabajarán los habituales piquetes informativos de los sindicatos, pero pidió a los empresarios de la Sierra que “no hagan sus propios piquetes, sino que dejen a los trabajadores elegir libremente si hacen huelga o no, que dejen amenazas que ya estamos detectando; vamos a permanecer vigilantes ante este tipo de situaciones”. También se refirió al posible seguimiento entre los trabajadores de la Administración pública: “No me creo que a un trabajador que haga huelga lo vayan a echar, eso no es así, si no hacen huelga es porque no les da la gana. Lo que sí es cierto es que si te marcan habrá que tomar medidas, pero donde menos miedo puede haber es en la función pública”, finali