INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Nuestra ciudad ha vuelto a ser protagonista involuntaria durante el pasado fin de semana gracias a la información publicada en radio, televisión y periódicos nacionales. El ‘Caso Villalba’ sigue vivito y coleando, y pobre de aquel al que coja de por medio, porque lo puede dejar sin plumas y cacareando. La primera víctima, dice Lobo Cojo, de todo este tejemaneje mediático podría ser JP, que ha vuelto a aparecer en escena luciendo su peculiar sombrero ‘napoleónico-andorrano’, que ha hecho aflorar sonrisas maliciosas entre muchos de sus antiguos administrados. Y es que últimamente el fenómeno no sale de una y ya está metido en otra. Los años bisiestos no parecen haberle sentado nada bien, y si no miren la racha que lleva: debacle electoral en mayo de 2011; ampliación de su excedencia como docente a cambio de ocupar un puestito de recomendado en la Administración. Y, claro, tras la derrota socialista y la llegada del PP al Gobierno, le ponen de patitas en la calle. Pero él sigue erre que erre y aun siendo consciente de haber perdido parte de la fuerza que tenía en la Agrupación Socialista local, se presenta en el Congreso del PSM apoyando a Pilar Sánchez Acera, porque es incapaz de disimular su animadversión hacia Tomás Gómez. Y se la vuelve a pegar. Ahora, para rematar la faena, el sindicato Manos Limpias acaba de anunciar la ampliación de la querella que le había interpuesto a JP en un juzgado villalbino tras salir a la luz pública las peculiares connotaciones del ‘Caso Villalba’ para imputarle los delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad documental”.