Aníbal Ruiz obtiene una oreja en Las Ventas

Durante el sábado y el domingo de la pasada semana, la plaza de Las Ventas de Madrid abrió sus puertas para albergar la celebración de una novillada con picadores y una interesante corrida de toros.

El sábado 14 se celebró una novillada picada donde, con una escasa asistencia de público, se lidió un encierro de Montes de Oca (antes José Luis Sánchez y Sánchez) que ofreció un buen comportamiento en general, destacando 1º y 4º, que resultaron encastados y con movilidad. El encierro sacó una nota alta. Fue una lástima ver que la terna de novilleros no los exprimiera en su justa medida, ya que los novillos tuvieron grandes virtudes para ser desorejados. De todas formas, dos de los integrantes del cartel, Curro Jiménez y López Díaz, pasearon un trofeo por coleta, del primero y el quinto respectivamente. Muchas de las orejas paseadas por los novilleros a lo largo de la esta temporada en Madrid, como estas concedidas el sábado, se han convertido en premios de rechifla. La mayor parte del público que asiste a estas novilladas suele ser seguidor de los coletas, por lo que a la mínima sobredimensionan a “su” torero y piden con descaro las orejas tras actuaciones sin méritos.

Algo de esto pasó con Curro Jiménez en su primero, porque tras una labor pulcra y una estocada efectiva se le concedió una oreja. En otro ambiente no se habría cortado jamás. Lo peor es que hubiera cortado otra del excelente quinto si llega a estar más acertado con la espada tras haber compuesto una faena discreta.

López Díaz también se llevó una del quinto, otro novillo a tener en cuenta y al que el catalán le hilvanó una faena intermitente. Por último, Martín de Vidales se marcó una vuelta al ruedo por su cuenta en el tercero a pesar de no centrarse del todo con un novillo potable.

El domingo 15, con una tarde espléndida y una buena entrada (6.000 personas), se celebró una corrida de toros donde volvía una ganadería respetada y muy querida por la afición capitalina como es la de Prieto de la Cal, uno los últimos vestigios de la casta vazqueña. Al final sólo se pudieron lidiar tres. En los corrales se inutilizaron dos y otro se estrelló contra un burladero en la plaza, partiéndose un pitón por la cepa. El encierro se remendó con dos astados de Sorando y un sobrero que hizo sexto con el hierro de Félix Hernández Barrera. Precisamente a un potable astado de Sorando, que tuvo buen fondo y que embistió bien por ambos pitones, le cortó una oreja Aníbal Ruiz. Fue una faena reposada y muy ligada, donde el manchego cimentó una labor con muletazos largos corriendo la mano con temple y trazo largo.

Pauloba, un capote de ensueño
El festejo también nos dejó uno de los toreos de capote más bellos de la temporada en Madrid a cargo de un gran torero llamado Luis de Pauloba. Fue en el segundo de la tarde donde el sevillano dio una lección magistral de lo que es el toreo a la verónica, consiguiendo levantar al público del asiento. Madrid quiere a este torero y así lo dejó ver en el apoyo que le manifestó toda la tarde. Fue una pena que su lote se aplomara enseguida y que no se dejara.

Confirmó su alternativa Iker Javier Lara, que dejó apuntes en el manejable astado de Sorando que hizo primero y pasó apuros con el serio sobrero de Hernández Barrera, que desarrolló sentido y peligro.

Corrida de la Hispanidad
Por otro lado, El Día de la Hispanidad, el pasado 12 de octubre, se celebró una deslucida, mansa y descastada corrida de toros con el hierro del Conde de la Maza. Esta vacada acumula un año lamentable con dos petardos en Madrid y otro más en la pasada feria de Santiago Apóstol de Collado Villalba. Que la repitan al año que viene...

El más destacado de la tarde fue Manolo Sánchez, que estuvo muy dispuesto y solvente con un sobrero de Albarrán que a la postre resultó el menos malo. Paco Perlaza y Javier Castaño se fueron de vacío.