Toros

Limpiar la casa

OPINIÓN

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
La temporada comienza. Ya huele a toros. Valdemorillo está ahí. Me cuentan que la venta de abonos va muy bien. Es un abono de un fin de semana, muy apretado en espectáculos. Los penitentes de la cofradía del toro están deseando volver a encontrarse con el espectáculo taurino. Luego vendrá Tomás Entero llorando que no le cuadran las cuentas. ¡Madre mía!
Valdemorillo es un filón. Toro barato de principio de temporada, más la crisis, todos los toreros de la parte media-baja del escalafón suplicando un puesto en el abono. Y encima, el público de la Sierra y de la Comunidad acudiendo a la plaza porque apetece ir a los toros. Creo que el virtual triunfador de la feria ya tiene nombre.

Este año además sólo como mero gestor taurino. La empresa, el Ayuntamiento, y el gestor siguiendo los pasos que le dictan Ayuntamiento y San Román. En los carteles figura otra cosa, ya saben: figurar y confundir, de eso se trata. Que le vaya bonito, como dice la canción, porque lo que hace falta es que haya muchos triunfos, el toro embista y que el que vaya a Valdemorillo repita en 2013, porque buena falta le hacen a la Fiesta espectáculos de calidad entre tanto mercader y especulador.

Viene todo esto al hilo de la polémica de los derechos de imagen de los toreros. Se ha desatado una guerra que no beneficia a ninguna de las partes. Con la casa del toro sin barrer, ¿cómo nos vamos a defender de los ataques de los antitaurinos? El enemigo está dentro. Los toreros están en su derecho, pero no es el momento de estos conflictos. Al final ese G-9 + César Jiménez va a torear menos, pero porque les van a contratar menos. Hacen falta revulsivos, toreros nuevos que interesen y jubilar a algunos de ese G-10 que no llevan a nadie y encima están más vistos que el TBO.