El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La asociación ecologista Entorno Escorial ha señalado que en las últimas semanas, los alcaldes de San Lorenzo y El Escorial, José Luis Fernández Quejo y Antonio Vicente, han hecho sendas declaraciones sobre las situaciones de distintas actuaciones urbanísticas que, a juicio de este colectivo, “intentan salvar desesperadamente a pesar de que no solamente falta la demanda para ellos, sino que ni siquiera existe la financiación suficiente para llevarlos a cabo”.
En cuanto al Polígono Miravalle (SAU-2), el regidor sanlorentino comentó que su Ejecutivo estaba buscando empresas para financiar este proyecto y que tenía esperanzas de llevarlo a cabo pronto.
Sin embargo, aseguran desde Entorno Escorial, “es obvio que el capital original ha cambiado de idea ante la realidad económica de la Sierra; hay centros comerciales casi vacíos y existen muchas otras iniciativas para construir polígonos en pueblos cercanos como Collado Villalba, Alpedrete, Guadarrama y Galapagar”.
Optimismo desesperado
Por otra parte, indican que el alcalde de El Escorial “mantenía el mismo tono de optimismo desesperado en sus declaraciones”. “En tono triunfalista Antonio Vicente comentó que las obras del Ensanche van viento en popa, sin apreciar el gran impacto ambiental de las mismas”, subraya este colectivo en un comunicando, añadiendo que el regidor manifestó, en unas declaraciones que recogía El Faro del Guadarrama en la edición del pasado viernes 20 de enero, que El Ensanche “es uno de los proyectos más esperados por el municipio, que ya no podía crecer más, lo que obliga a muchos escurialenses a tener que irse a vivir a otros pueblos”. Ante estas afirmaciones, la asociación ecologista indica que el primer edil “olvidó mencionar que la actividad constructora no ha cesado en la localidad en los últimos años y que en la zona de El Tomillar nuevos pisos y chalés siguen apareciendo como en los años de la burbuja”.
Además, Entorno Escorial añade que “dentro de poco saldrán los pliegos para la construcción de viviendas de protección y veremos los resultados, pero ya se ha descontado la construcción del complejo deportivo”.
Estas declaraciones, prosigue este colectivo, “demuestran que los alcaldes escurialenses no están al tanto de lo que está pasando en este país: hay crisis, 700.000 viviendas sin vender y los precios están en caída libre. Según las maquilladas cifras oficiales, en 2011 los bajaron casi un 10 por ciento y 2012 promete ser mucho peor porque los bancos tendrán que reconocer el valor real de su patrimonio inmobiliario. Al final la realidad de la economía empieza a chocar contra los sueños especulativos del país de las maravillas del urbanismo”.