El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Afortunadamente a estas alturas de la ‘película’ una gran mayoría de los vecinos de Collado Villalba son conscientes de que la mala situación económica por la que atraviesa el Ayuntamiento empieza a ser insostenible. Los despilfarros que tanto se han prodigado en los últimos años y que El Faro del Guadarrama ha ido denunciando puntualmente, no sólo están ya en boca de todos sino también en las propias instancias judiciales.
Pero aún así me queda una duda: ¿se han dado cuenta los villalbinos de la magnitud y de las consecuencias que va a tener para este municipio el estar endeudado en más de 110 millones de euros? Me temo que no, que aún no son conscientes de que van a tener que pasar muchos años de ‘vacas flacas’ hasta poder saldar una deuda que asciende a cerca de 2.000 euros por habitante. Y lo más grave es que lo que ahora les cuento en esta tribuna no era un secreto para casi nadie y aún menos para las personas más cualificadas dada su representatividad social y económica.
Hubo durante estos últimos años demasiados silencios, silencios de conveniencia, cuando no aplausos cómplices. La crítica situación que padece el Consistorio en lo relativo a deuda e impagos, no hubiera sido posible sin la existencia de unas élites económicas y sociales entregadas al halago para con los anteriores gobernantes y a la complacencia respecto de sus desvaríos y ensoñaciones. Sólo desde aquí, desde este modesto medio de comunicación y pese a las amenazas de los todopoderosos dirigentes del llamado ‘josepablismo’, se ha denunciado todos aquellos asuntos que podrían ser lesivos para el interés general de los ciudadanos. Nosotros cumplimos con nuestra obligación y otros, concretamente los paniaguados, ahora pese a haberse puesto la piel de cordero, van a tener bastante complicado justificar tantos aplausos y tantos silencios.
Corresponde, pues, al nuevo gobierno del PP presidido por Agustín Juárez intentar poner remedio a tanto desaguisado. Y lo tendrá que hacer a través de una doble ración de ajuste que va desde la reducción de plantilla vía ERE (actualmente en tramitación y que afecta al mantenimiento de los puestos de trabajo de medio centenar de empleados y funcionarios eventuales), o a una segunda alternativa que plantea una rebaja del cinco por ciento en los salarios de todos aquellos que perciben más de 1.000 euros mensuales y del tres por ciento para los que no alcancen esta cifra, además de la eliminación de los sueldos de los concejales de la oposición, excepto los de los portavoces municipales; jornada de 36 horas semanales, etc. etc. Un mal necesario a la hora de intentar paliar en parte el déficit que arrastra la tesorería local.
Pero al margen de lo que decidan trabajadores y sindicatos, lo más curioso del caso es que los concejales socialistas que gobernaron durante las últimas legislaturas este Ayuntamiento y por tanto son responsables de los males económicos del Consistorio, en vez de hacer autocrítica y entonar el mea culpa, se han colocado el disfraz de ‘solidarios’ y hasta se han solidarizado con sus compañeros de UGT, encerrándose en las dependencias municipales para protestar con las medidas del Gobierno. Y aún más, en vez de buscar la forma de solucionar el problema, dedican parte de su tiempo a criticar y descalificar las medidas tomadas por el nuevo Ejecutivo. Es decir, que a los principales causantes del despilfarro que ha puesto en peligro el futuro laboral de decenas de trabajadores, muchos de ellos afines a su propia ideología, lo que parece interesarles es mantenerse en el ‘machito’ como si este asunto no fuera con ellos y así poder seguir viviendo a cuenta del dinero de todos los contribuyentes villalbinos.
La crítica situación por la que atraviesa el Ayuntamiento de Collado Villalba demanda la urgente toma de medidas por muy impopulares que estas sean, porque en caso contrario el barco se hundirá y entre los náufragos no sólo van a estar los funcionarios y trabajadores municipales, sino decenas de proveedores locales, las empresas subcontratadas para la realización de servicios públicos (alumbrado, limpieza, jardinería, etc). El Ejecutivo presidido por Juárez está obligado a ‘coger el toro por los cuernos’ para demostrar a todos aquellos que apostaron por el cambio - al menos así lo manifestaron en las urnas el pasado 22 de mayo-, que son capaces de poner fin a una larga agonía provocada por la caprichosa gestión de un Equipo de Gobierno socialista y de su populista y personalista alcalde, José Pablo González, que dio muestras de estar incapacitado para regir los destinos del Ayuntamiento, sobre todo desde el momento en el que antepuso el interés general del municipio las obras faraónicas y al despilfarro.
Si el PP consigue demostrar que estos recortes que ahora anuncia son necesarios e imprescindibles, la gente lo entenderá y se sacrificará para así poner el punto y final a tanto despropósito.