Toros

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El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La clásica feria de Galapagar sólo celebró dos novilladas picadas de cuatro y cinco novillos respectivamente. El triunfador fue Adrián de Torres, que consiguió hacerse con el Galápago de Oro. Por encima de la oreja que logró pasear, merece destacar su buen concepto, verticalidad y asentado valor.


La tradicional feria de novilladas de Los Molinos quedó en 2011 un poco reducida. Se dieron dos novilladas con picadores y una más sin caballos. Lo más relevante del serial lo protagonizó Alberto Durán frente a un noble novillo de Felipe Navas.

Becerril de la Sierra es otro municipio que está intentando reflotar la fiesta de los toros. Se notó con el lleno que registró su plaza portátil en la novillada con picadores que se celebró dentro de sus fiestas. Lo cierto es que el público, con la que está cayendo, ha respondido a los festejos que se han celebrado en nuestra comarca. Con seis novillos de diferentes ganaderías muy bien presentados, el premio fue para un ejemplar de Antonio San Román, bravo en varas. Sólo Fernando Adrián, un gran triunfador en todas las plazas serranas, logró estar a un buen nivel.

Navacerrada comenzó en la pasada temporada a intentar salir del letargo taurino. Por lo pronto, se vendieron 800 abonos y el público volvió a ir a la plaza. La seria novillada de Montealto dio un gran juego y Ángel Puerta, López Simón y Fernando Adrián se entretuvieron en cortar 11 orejas y un rabo y abandonaron el 10 de septiembre en volandas el bonito coso en compañía del mayoral de la divisa verde y roja. El novillo Cafetero fue premiado con la vuelta al ruedo después de haber una fuerte petición de indulto.

Finalmente, una de las novilladas más exageradas se lidió en Cerceda. Los ejemplares de Amparo Valdemoro dieron un escaso juego, pero pusieron a prueba al novillero Ángel Puerta, que demostró su valor sereno y su firmeza.