Opinión

Las mismas caras, distintos disfraces

María López Merino

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Seis meses han pasado ya desde que el PSOE de Collado Villalba pasara a ocupar los bancos de la oposición y durante este tiempo se ha podido observar como los socialistas han buscado su hueco en la izquierda, un hueco que perdieron durante los últimos ocho años de mayoría absoluta.


Sorprenden las nuevas posiciones de los miembros de este grupo municipal si tenemos en cuenta su pasado más cercano. Por ejemplo, las quejas de Rosana Crespo a raíz de no haber recibido la información solicitada, cuando precisamente las concejalías de las que ella fue máxima responsable (primero Seguridad y luego Cultura y Deportes) fueron en su época las más opacas. También la lucha en contra de los despidos de los trabajadores municipales de Belén Sánchez, pese a que cuando ella fue la titular del área de Personal fueron famosos los casos en los que el Ayuntamiento tuvo que acudir a los juzgados por la rescisión de contratos con algunos trabajadores que luego anularon los tribunales, lo que provocó indemnizaciones millonarias, sin olvidar casos de homofobia o mobbing que llegaron a los medios mientras el silencio del Equipo de Gobierno socialista era la tónica general. Tampoco cabe olvidar su gestión en Hacienda, que junto a a del ya ex concejal José Antonio Gómez Sierra avocaron a este Ayuntamiento a la mayor ruina y desprestigio que ha conocido en su historia.

Por su parte, los jóvenes ediles Luis García y Beatriz Martín jaleaban al ex alcalde José Pablo González durante los plenos, mostrando su inexperiencia en la política y sus malos modos en las instituciones. En sus concejalías les recuerdan por utilizar su tiempo para realizar labores a mayor gloria del PSOE, como el ya famoso punto de vista de Martín; o los viajes del señor García para conocer las ganaderías de las millonarias corridas de toros de esta ciudad.

También resulta sorprendente la posición del portavoz del grupo municipal, el anodino Juan José Morales. Un político que defiende a ultranza y de cara a la galería los principios de Pablo Iglesias, pero que durante su gestión como concejal de Urbanismo no supo defender los intereses de los villalbinos. En la segunda planta del Ayuntamiento capitaneaba el urbanismo más voraz, mientras que en el despacho de la oposición se viste con la túnica del progresismo.

Los miembros de la actual bancada socialista son los mismos que ocuparon puestos de máxima responsabilidad en el anterior Gobierno. Unos años donde los casos de supuesta corrupción nos hicieron protagonistas de la crónica política a nivel regional. No se puede olvidar el famoso Caso Villalba, donde alcalde y constructores compartían mesa y mantel en un lujoso hotel de Andorra.

Aunque ahora el grupo municipal socialista se quiera posicionar a la izquierda, sus integrantes son los responsables de las políticas llevadas a cabo en los últimos años. Las mismas que han derivado en una degeneración de la calidad de vida de los villalbinos y en la ruina económica de este Ayuntamiento.

A estos concejales no les gusta que se lo echen en cara, pero, señores, esa es su herencia, porque ustedes gestionaban los destinos de esta ciudad. Tanto es así que actualmente todavía se arrastran numerosas cuestiones que se mantienen en los tribunales, algunas de ellas directamente relacionadas con el área de Urbanismo. Parece un chiste de mal gusto que precisamente aquel que encabezó este departamento, Juan José Morales, sea quien pretende dirigir ahora a la izquierda de Collado Villalba.