Especial

Elecciones, sorpresas, enfrentamientos, pactos y venganzas: así contamos las claves de la política municipal en la Sierra

Resumen 2011

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El panorama político en la Sierra ha estado dominado a lo largo del año que ahora termina por las elecciones municipales del pasado 22 de mayo, además de las generales del 20 de noviembre. Las urnas confirmaron la hegemonía del PP en la zona, con el foco puesto en la abrumadora victoria de Agustín Juárez en Collado Villalba y la debacle del socialista José Pablo González. Los populares repitieron triunfos en buena parte de los municipios de la zona, aunque con algunas sonadas sorpresas: la más importante se registró en Torrelodones, con la victoria de VxT -Elena Biurrun se convirtió así en la primera alcaldesa en la historia de la localidad-; también en Guadarrama hubo cambio de siglas, aunque no de regidora: Carmen María Pérez del Molino logró seguir al frente del Ayuntamiento, aunque ahora con las siglas de APPG tras la crisis interna en el PP local. Los populares sumaron a su casillero los municipios de Colmenarejo y Cercedilla, mientras que perdieron Los Molinos y El Boalo -pactos a tres y cuatro bandas mediante- y tuvieron que recurrir a coaliciones con independientes para mantener Valdemorillo y Navacerrada, donde el 22-M deparó una de las carás nuevas (y jóvenes) de la política serrana: Izaskun Urgoiti, tras la salida de Pablo Jorge Herrero. Otro que se fue fue en el PP fue Carlos Galbeño, alcalde de Torrelodones durante ocho años; el que se presumía como su sucesor, Javier Laorden, se quedó a 200 votos de la mayoría absoluta, cediendo finalmente ante el empuje de VxT.

Pero al margen de las elecciones, o precisamente por ellas, 2011 ha sido un año pródigo en enfrentamientos. En Guadarrama, Carmen María Pérez del Molino estalló y denunció (25 de febrero) las maniobras del ex regidor José Ignacio Fernández Rubio -ahora en Las Rozas- para impedir que fuera candidata, abriéndose una grave crisis que derivó en la creación de APPG y, finalmente, en el batacazo del PP liderado por Miguel Rodríguez Bonilla. La división en Torrelodones se vivió de forma más soterrada, mientras que el pacto entre PP y PIVALDE en Valdemorillo -adelantado por este periódico en la edición del 3 de junio- cogió con el pie cambiado a más de uno, encendiendo los ánimos de revancha por quienes se consideraban marginados, caso de Francisco Osuna, ex edil popular que en un correo electrónico al que tuvo acceso El Faro del Guadarrama confesaba su intención de vengarse de Pilar López Partida y Carmen Villanueva.

Tampoco el PSOE se libró de la división, con casos como los de Galapagar y, sobre todo, San Lorenzo de El Escorial, donde la llegada del actual secretario general, Francisco de Gregorio, estuvo rodeada de polémica, redoblada en las últimas semanas después de que se hiciesen públicas las reuniones que este partido mantuvo con el falangista Carlos Zarco, líder de Alternativa Municipal Española (AME), quien a su vez fue protagonista de unas gruesas declaraciones en las que su ideología se ponía de manifiesto de forma abierta, jactándose de haberse aprovechado de los integrantes de la candidatura socialista. El alcalde gurriato, José Luis Fernández Quejo (PP), aseguró que sentía vergüenza de contar en la Corporación de un edil como Zarco, pidiendo su inmediata dimisión, algo que, como cabía esperar, no se produjo.

En el capítulo de las reconciliaciones, El Faro del Guadarrama avanzó la integración del PIPH en el PP, dando paso a una holgada mayoría absoluta de los populares en Hoyo de Manzanares. Y algo parecido ha ocurrido ahora, siete meses después de los comicios, en Galapagar, con el regreso de José Luis González y su PDGA a la disciplina del PP, dando por cerradas las heridas que se abrieron hace cuatro años y medio.