Antes en Madrid que en Villalba

La enorme satisfacción del Club 64 por el galardón obtenido de la Comunidad en la Gala del Deporte se transforma en justificada decepción cuando ese reconocimiento no encuentra equivalente en el Ayuntamiento de su propio pueblo. El mal no es de ahora, pero ni ello ni la falta de dinero son óbice para, al menos, felicitar con carácter oficial a los campeones de...¡España! Sólo lo hizo la concejalía de Juventud, a través de su titular, Adan Martínez Valdegrama, reconociendo el éxito de quienes llevaron a lo más alto el nombre de Collado Villalba en Murcia el pasado verano, luciendo en las mesas de juego y el podio de los vencedores la camiseta amarilla con el escudo villalbino que, como el propio viaje y la estancia de cinco días, ellos mismos habían sufragado. Total, algo más de 1.500 euros de los que nada quiso saber ni el gobierno saliente ni el gobierno entrante. No sacaron ni para los cafés de la parada intermedia en La Roda, obligada teniendo en cuenta que viajaron en un coche semiaveriado y sin aire acondicionado en pleno mes de agosto. A cambio, Collado Villalba luce hoy como líder de la División de Honor madrileña, como campeona de España de Segunda y representante el próximo verano en la máxima competición nacional, y observa cómo maestros internacionales y FIDE de gran nivel aleccionan a sus niños en los colegios que les dejan, y simultanean con ellos en las plazas públicas, a cambio de una subvención anual que va a desaparecer por la crisis y que ascendía a 2.400 euros, 1.600 de ellos para fichas federativas. Ante semejante panorama, al que habría que añadir la posibilidad de que el Club 64 pueda perder su sede social con el cierre del edificio de Radio Villalba, el equipo ya juega sus partidas de División de Honor en Guadarrama, tras conseguir un acuerdo de patrocinio con el prestigioso Complejo Cultural Fray Luis de León.

Que son malos tiempos económicos, no cabe duda; que el ajedrez no es mayoritario, también; pero lo que no es admisible es que se haya podido caer en la dejadez o, ya veremos, si en una inhibición calculada, en un asunto que concierne al orgullo del Deporte villalbino.