Opinión

Y a partir de ahora, qué

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Nerviositos como en las vísperas de Reyes. Así están ahora los del PP que aspiran a algo: la ropa no les llega al cuerpo. ¡pobrecitos, me dan una lástima...¡ Es lo único bueno que tiene la política para los que se dedican a ella: el nerviosismo de la incertidumbre en los momentos actuales; llegar a alcanzar lo que han soñado siempre, y sentirse vencedor durante el tiempo que se tarda en saber con certeza la carga que cada uno se echa encima; eso si eres medianamente responsable, que si no... Ancha es Castilla. Las incompetencias o se saben de antemano o se desemboca en las impunidades. Pero eso es otra cuestión: pura metafísica, como el voluntarismo.


En el PSOE pasa igual pero en sentido contrario. Los nerviosismos no están motivados porque cesen en sus puestos; los más sensatos saben que han gozado de unos privilegios inmerecidos -tómese al pie de la letra, no como falsa modestia-. Ahora se trata de desarrollar la capacidad que cada uno tenga para buscarse una madriguera o, en todo caso -para los que alcanzaron un sillón en cualquier parte, ni digamos nada si el acomodo fuera en el Congreso de los Diputados-, sestear con discreción y pasar desapercibidos. Así hizo Zapatero y ya se ha visto hasta donde llegó. Otros no. Otros como fieras, pelearán por los peldaños, por cada resquicio de poder, dentro del propio partido, naturalmente. Los partidos nacen siendo paraguas y terminan siendo colchones. Hoy pregunta usted a cualquiera del PSOE que hasta ayer tuvo coche y chofer, y los desposeídos, milagrosamente, se han vuelto socialistas ortodoxos. Cada cual depositario de las esencias de Pablo Iglesias. Es enternecedor, ya digo. O tristemente vergonzante. Como los niños que ya no creen en los Reyes Magos y disimulan para no perder el regalito. En el Congreso Federal celebrado el sábado pasado no han sacado las navajas cachicuernas, pero todos ya se han dicho por lo ‘bajini’: ¡Ojito,ojito¡
Lo complicado de quedarse con el culo al aire es descubrir las actitudes que se ven obligados a desempeñar los que quedan a cubierto. "compañero, ¿nos conocemos de algo?"- A la recíproca es increíble que todos necesiten caerse del caballo para llegar a la íntima verdad de los comportamientos, que tan sabiamente confundieron con ideología. A partir de ahora se verá que no eran las ideologías las razones que los unían, sino los "secretitos inconfesables"... !Menuda cara tienen los que seguirán mamando aunque sea a sorbitos cortos¡ Claro que gracias a esto nacen los contestatarios, los progresistas a ultranza, los neos de todos los movimientos. Es ley de vida: en los resentidos descansan las renovaciones.
¿Y a todo esto que dicen los ciudadanos? Cada cual tiene una lista donde figuran sus necesidades más perentorias. Quizá haya algunos que den prioridad a la urgente despolitización de la Justicia; otros a la supresión de todas las subvenciones empezando por los Sindicatos; puede que también a los partidos; a los dineros que se reparten los popes de la banca; a las pensiones vitalicias por haber sido -no se dice trabajando- senador o diputado; a que los descalabros económicos a un país tenga impunidad o no sea delito penal; unos con el nerviosismo de las vísperas y otros con la mochila preparada para cruzar el desierto.