Opinión

Dura travesía del desierto para el PSOE

Sigifredo Arias

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En vísperas de la más que presunta ‘muerte anunciada del PSOE’ (20-N), aún hay socialistas dispuestos a sobrevivir al caos, sobre todo por parte de aquellos en los que subyace la pretensión de permanecer contra viento y marea en la poltrona para, una vez escampe la tormenta, poder volver a manejar los hilos del poder. Nos referimos a quienes utilizaban hasta la saciedad el ordeno y mando: “Tú pega carteles, paga la cuota y sé bueno”, convirtiéndose así en unos reyezuelos con poder suficiente para intentar mantener controladas a las bases de un partido que, pese a estar al borde de la descomposición, aún mantiene el orgullo y la esperanza de encontrar la fórmula que pueda aliviar sus males.

Y esto que les cuento está sucediendo a nivel local, autonómico y nacional. Ahí tenemos el caso de Collado Villalba, donde el descabezamiento de la Agrupación local es un hecho que ya nadie pone en duda, por mucho que su secretario general y ex alcalde, José Pablo González Durán, y algunos de sus corifeos más afines en la Ejecutiva (Enrique Benedicto, Ruth Porta, Juan José Morales, etc.), intenten demostrarnos lo contrario. Y también sucede lo mismo a nivel Comunidad de Madrid, con un Tomás Gómez totalmente desnortado y obsesionado en criticar la gestión de Esperanza Aguirre, mientras tiene que salir escoltado de su pueblo, Parla, para evitar que sus vecinos le linchen. ¿Y qué me dicen del rifirrafe que mantienen los altos dirigentes del PSOE a nivel nacional? Carmen Chacón, tras ser apartada por el ‘aparato’ de Ferraz para encabezar la candidatura socialista a la Presidencia del Gobierno, al no poder disimular su aparente abatimiento vino a decir más o menos: “Españoles, el PSOE ha muerto”. Algo bastante similar a lo que hizo Arias Navarro en la madrugada del 22 de noviembre de 1975, cuando anunció a los cuatro insomnes españoles la muerte de Franco. Los pucheritos de Chacón y los pucheritos de Arias eran de alguna manera los pucheritos del niño travieso que espera un duro castigo por sus malas notas de clase.

Y, mientras tanto, ¿qué maquina Alfredo Pérez Rubalcaba? Según cuartopoder.es, el candidato socialista tiene ya previsto celebrar el próximo Congreso Federal del PSOE tan sólo dos meses y medio después de las elecciones generales. Incluso estas mismas fuentes afirman que ya ha reservado a tal fin el Palacio de Congresos de Madrid para el mes de febrero. Pero para hacer realidad su proyecto antes tendrá que dimitir José Luis Rodríguez Zapatero, actual secretario general, o la mitad más uno de los integrantes de la Ejecutiva federal. Lo que ya nadie pone en duda es que Rubalcaba y sus acólitos buscan un Congreso rápido que deberá celebrarse antes de los comicios andaluces.

Alfredo Pérez Rubalcaba, durante el mitin celebrado hace pocos días en Burgos, dijo que “el futuro no está escrito”, refiriéndose al resultado electoral del próximo domingo; un mensaje que tenía un claro destinatario: Mariano Rajoy , favorito en las encuestas. Pero si algún futuro es verdaderamente incierto en estos momentos, y ese sí que aún está pendiente de escribir, es el del PSOE, sobre todo si se confirma en la tarde-noche del domingo su anunciada derrota. Por ello, tal vez, el ex ministro del Interior no quiera dejar demasiado tiempo a ningún aspirante para que afile bien sus lápices y sus argumentos.

Y volviendo al ámbito puramente local, me siento obligado a comentar de nuevo la grave situación por la que atraviesa la Agrupación Socialista villalbina, agónica y apoyada sobre las tablas como los toros heridos que, aún así, no renuncian a lanzar peligrosos gañafotes. Cierto es que existe aún una minoría dispuesta a apoyar a su secretario general, José Pablo González, un cadáver político que intenta resucitar del varapalo electoral sufrido el 22 de mayo, en ese destierro político al que ha sido confinado por su partido y por las circunstancias, situación que algunos dicen lleva con cierta resignación y esfuerzo al tener que desplazarse a Madrid en transporte público, comer de menú en restaurantes modestos, ejercer de ‘palmero’ en los mítines y reír a mandíbula batiente las ‘gracietas’ de sus jefes. Es joven y por tanto tiene tiempo para superar esta larga travesía por el desierto, una travesía dura y agotadora donde va a estar a prueba durante largo tiempo, tal vez el mismo que va a necesitar el Partido Socialista para superar su propia crisis No seré yo el que le niegue el agua, pero caso de superar esta difícil prueba, he de recordar a González que aún le quedarán pendientes otras dos: pedir perdón a los villalbinos por su nefasta gestión y resarcirles de la deuda económica (más de 100 millones de euros) que les ha dejado como herencia tras su despilfarradora etapa al frente del Ayuntamiento de Collado Villalba (1999-2011).