El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Según ha podido saber este periódico, la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Collado Villalba, reunida con carácter extraordinario y urgente el pasado lunes, cuyo único punto del orden del día era “tratar asuntos de vital importancia para el partido”, acordó nominar a Juan José Morales, vicesecretario general de la Agrupación local y portavoz del grupo municipal, para que se reuniera con José Antonio Gómez Sierra y le pidiera la renuncia al acta de concejal, tras las informaciones publicadas en las tres últimas semanas por El Faro del Guadarrama, en las que se denunciaban algunas actuaciones irregulares protagonizadas por el que fuera responsable de las áreas de Urbanismo y Hacienda durante el Gobierno de José Pablo González Durán (1999-2011). Gómez Sierra, según fuentes próximas al PSOE villalbino, rechazó la oferta y, además, tal como ya anunciara este periódico en la edición del pasado 7 de octubre, amenazó con tirar de la manta caso de ser objeto de un expediente disciplinario de expulsión, desvelando las actuaciones supuestamente irregulares cometidas por sus compañeros de Ejecutivo en las tres últimas legislaturas, acusaciones que también podrían extenderse al propio ex alcalde, José Pablo González Durán.
La respuesta de Sierra ha obligado a Morales a dar marcha atrás y ha provocado aún más indignación si cabe en el seno de la familia socialista villalbina que, poco a poco, va comprobando cómo lo que antes sólo eran simples rumores ahora se pueden considerar como presuntas irregularidades. Un medio local, por cierto nada sospechoso al haber sido el periódico amigo del josepablismo durante los últimos ocho años, dedicaba esta misma semana un editorial a este escabroso asunto al decir, entre otras cosas: “No pueden [los socialistas de Collado Villalba] permitirse seguir arrastrando el pesado lastre del presuntamente corrupto Partido Socialista de José Pablo González y compañía”.
Un edil bien documentado
La firmeza que José Antonio Gómez Sierra ha mostrado a la hora de no renunciar a su credencial es la misma con la que impuso a sus compañeros de partido su inclusión entre los seis primeros de la candidatura del PSOE en las elecciones municipales celebradas el pasado mes de mayo, donde, por cierto, se produjo la mayor debacle electoral de la historia del socialismo local, tras perder de una tacada nada menos que ocho concejales.
Así pues, de la noche a la mañana el ex responsable de las áreas de Urbanismo y Hacienda pasó de anunciar a ‘bombo y platillo’ su ansiada jubilación (incluso lo llegó a decir en algunas sesiones plenarias) a continuar en la política activa en contra de la opinión de la propia Ejecutiva de su partido, presidida por José Pablo González. Es más, el periódico por entonces de ‘cámara’ del Gobierno municipal socialista llegó a publicar incluso la noticia de su retirada.
Se dice que a los documentos comprometedores para algunos de sus compañeros de gobierno que al parecer tiene Gómez Sierra, debe añadirse la información obtenida durante los años de gestión al frente de las dos concejalías más importantes de este Ayuntamiento. Ahí, dicen, radica su poder, un poder que le ha llevado a estar en la cresta de la ola durante las dos últimas legislaturas de Gobierno socialista, donde aparecía como uno de los hombres fuertes del josepablismo. Su caída en desgracia, según ha podido saber El Faro del Guadarrama, después de unos meses en los que las relaciones con el ya ex regidor parecían enfriarse día a día, se produce en el momento en el que José Pablo González acepta declarar desierto el proyecto de adjudicación de los terrenos del Caño de la Fragua (ITV) a la empresa Eurofund Investments La Villa, S.L, única litigante interesada de construir en esa zona un centro comercial, atendiendo al informe negativo realizado por el secretario municipal por incumplir la adjudicataria el pliego de condiciones en los apartados relacionados con su solvencia económica y técnica. Aún así, Gómez Sierra, en el último pleno celebrado en vísperas de las navidades de 2010, anunció que a primeros de año se volvería a convocar este concurso, palabras que fueron ratificadas por el propio José Pablo González.
Sin embargo, tras las fiestas navideñas y el estallido del que luego se denominaría como ‘Caso Villalba’, con la publicación en ABC y El Faro del Guadarrama de unas fotos en las que aparecía el alcalde, José Pablo González y su familia, pasando las fiestas navideñas en un hotel de Andorra con los constructores locales José Carlos Gómez Paredes y Evaristo Núñez Milara Sánchez y, posteriormente, de otras en las aparecía Gómez Paredes, propietario de Cover Construcciones S. L, una de las empresas adjudicatarias del túnel-parking de Honorio Lozano, junto a Gómez Sierra y familia, en el aeropuerto de Punta Cana, donde habían viajado para pasar juntos unos días de asueto, el secretario del Ayuntamiento de Collado Villalba, Manuel Romero Fernández, elabora un nuevo informe con fecha 11 de enero de 2011 recomendando la paralización del expediente de enajenación de los terrenos municipales situados junto a la ITV, destinados a la construcción del polémico centro comercial, al afirmar que dicho Plan Parcial “está cuestionado jurídicamente y, por ello mismo, existe inseguridad jurídica en cuanto a su función legitimante de la actividad de ejecución del planeamiento, viciando de invalidez y de falta de seguridad jurídica el expediente patrimonial para constituir un derecho de superficie en el sector Caño de la Fragua...”. “De seguir adelante, prosigue el informe, con el expediente de este derecho de superficie, se vulnerarían los artículos 25 (Libertad de pactos LCSP) y 1271 del Código Civil y se incurriría en responsabilidad criminal en virtud de lo preceptuado en los artículos 319 y 320 según la Reforma Penal”.
El riesgo de verse incurso en algún delito debió convencer a José Pablo González de que lo mejor era retirar sine die dicho concurso. Esta decisión, según fuentes bien informadas, provocó un duro enfrentamiento entre el por entonces concejal de Hacienda y el regidor, al acusar Sierra a González de ser el instigador en la sombra de dicho informe para así poder desmarcarse de un asunto en el que estaba metido hasta el cuello.
Enfrentamiento fraticida
Las reacciones por parte de la trama montada en torno a la construcción de dicho centro comercial en Caño de la Fragua fueron inmediatas. Así, el 14 de enero de 2011, El Telégrafo, medio que junto con la empresa Metro Cuadrado Global desveló, en base a una supuesta encuesta, la incomprensible necesidad que había en Collado Villalba de construir una gran superficie comercial, a través de su por entonces subdirector, Curro Castillo, y bajo el título Cartas Telégrafas, rompió relaciones con José Pablo González (posteriormente también lo haría con Gómez Sierra), acusándole de político cobarde, estúpido, vanidoso, etc. Como muestra de esta ruptura ahí va uno de los párrafos del citado artículo: “Existen muchas formas de arruinar un gran proyecto [el centro comercial del Caño de la Fragua] o una buena idea. Tu torpeza política, en el mejor de los casos, querido José Pablo, no ha ignorado algunas de ellas tan definitivas como eludirla, condicionarla, fabricar una propuesta que la bloquee, modificarla sucesivamente, condenarla por asociación de ideas o posponerla en el tiempo. Ante semejante despliegue de habilidades y la duda sobre su madurez, en el caso de que personalmente yo me viera en la obligación de responder a una inversión de 120 millones de euros, buscaría ya otras opciones más sensatas. A propósito de la gestión legal, producto de cierta flaqueza política, que ha determinado la declaración como desierto del primer concurso para conceder la construcción del nuevo centro comercial, debo abstenerme querido José Pablo”. Y la amenaza no se hizo esperar: “De la legalidad, y de la solvencia y la dignidad de la empresa en cuestión [Eurofund Investments La Villa, S.L.] grandes hombres de leyes, en breve, en los ámbitos adecuados para ello, presentarán credenciales fundamentadas en el derecho”.
Nueve meses más tarde, es decir, el pasado martes, el periódico que bajo el control de Evaristo Núñez Milara ha estado meciendo la ‘cuna’ del Ejecutivo socialista en los últimos ocho años, también se despachaba a gusto con su ‘amigo’ Gómez Sierra, como si se tratara de un apestado: “La reacción del Partido Socialista ante las últimas informaciones [las publicadas por El Faro] que afectan al concejal socialista de Urbanismo y después de Hacienda, José Antonio Gómez Sierra, y a su trabajo cuando formaba parte del Equipo de Gobierno que dirigía José Pablo González es comprensible, pero llega tarde. O más bien, no tendría ni siquiera que haberse producido, porque ganando o perdiendo, los socialistas no deberían haber permitido que Gómez Sierra hubiera continuado formando parte de sus listas electorales. Una decisión a tiempo les hubiera evitado encontrarse ahora negociando (que no parece que lo vayan a conseguir)para que deje su acta de concejal. Todo indica que la solución va a ser de todo menos discreta”.
Los navajazos están a la vista de todos y el protagonista de este ajuste de cuentas sigue siendo el hasta hace poco editor del periódico El Telégrafo, Evaristo Núñez Milara, que actualmente presume de haber dejado este cargo en manos de un director general de su confianza, mientras él sigue manejando los hilos desde la trastienda. Sin embargo, su ego le sigue traicionando y así, hace un par de semanas, se dejó ver como fotógrafo, con su correspondiente acreditación, en la convención celebrada por el PP en Málaga, siempre acompañado del director y el director general de esa publicación, con los que compartió hotel en la capital malacitana. Parece que tras su fallido intento de apoyar la adjudicación del centro comercial del Caño de la Fragua a la empresa Eurofund Investments La Villa S.L., vía PSOE, ahora le tira los tejos al PP para ver si la cosa cuela y al final puede retomar las negociaciones que permitan a su patrocinada hacerse con los terrenos municipales de ‘Caño de la Fragua’.
Las compraventas de Sierra
Pero volviendo al asunto Gómez Sierra, y más concretamente al tema relacionado con la compraventa de los inmuebles de su propiedad, les podemos decir que, aun siendo propietario del 50 por ciento de la vivienda situada en la urbanización Las Suertes que el edil tenía en régimen de gananciales con su primera esposa, compró a finales de diciembre de 2004 su actual vivienda residencial en la zona de Arroyo Arriba, cuyo precio de compra desconocemos, aunque si hemos podido saber que está gravada con una hipoteca de más de 200.000 euros a pagar en 20 años, con una cota mensual de aproximadamente 1.200 euros, cifra muy similar a la que hasta ahora venía percibiendo Gómez Sierra en el Ayuntamiento por su condición de concejal de la oposición con media liberación y que ascendía a 1.351,91 euros, retribución que va a quedar anulada con fecha 31 de octubre de 2011, tras el escrito enviado por este concejal el pasado miércoles al departamento de Personal del Ayuntamiento, en el que solicita la baja en este desempeño para poder iniciar “trabajos de asesoría jurídica”.
En cuanto a la vivienda adquirida en contrato de compraventa por la empresa de José Antonio.Gómez Sierra, Aldalea Business S.L., a la promotora IGS-Villalba, según contrato firmado el 8 de febrero de 2005 por su administrador, Bernardo Atienza, y José Carlos Gómez y Alejandro Núñez Milara, estos últimos como administradores mancomunados de dicha promotora, a día de hoy nuestro periódico ha sido incapaz de seguirle el rastro, bien porque la misma no haya sido registrada, bien porque la haya revendido posteriormente.