La portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Collado Villalba, Ascensión de las Heras, ha sido elegida como número 2 en la lista de esta coalición al Congreso de los Diputados, encabezada por Cayo Lara. La edil -46 años, casada y madre de dos hijos- confiesa que si resulta elegida en los comicios del 20 de noviembre dejará la portavocía en el Consistorio. Durante los últimos años ha estado “trabajando por las revindicaciones de los villalbinos, algo que me gustaría seguir haciendo”. De las Heras fue elegida el pasado viernes para ocupar este puesto, tras una reñida votación.
¿Le sorprendió ser elegida para acompañar a Cayo Lara en la candidatura de IU al Congreso?
Cuando me propusieron ir en las listas se abrió un proceso de reflexión personal. En ese momento dije sí y resultó fácil por la situación de coyuntura social y política que vivimos en España. Creo que es el momento de afrontar con valentía los nuevos retos que se presentan, es el momento de apostar por la ilusión, por la verdadera trasformación, de poner en valor a la ciudadanía ante el ataque bestial y brutal de los mercados, ese monstruo indefinido que no puede estar por encima de los seres humanos.
A nivel de la Comunidad de Madrid, el trabajo que ha desempeñado ha sido como portavoz en Collado Villalba y formando parte de la presidencia de IU-CM. ¿Cambiará su vida si es elegida?
Por supuesto que va a cambiar, se trata de un compromiso que conlleva un coste personal que estoy dispuesta a dar. Ese es el acto primero que te planeas. Creo que hay momentos que una mujer sola no hace nada, pero hay un gran proyecto, el de Izquierda Unida, que merece la pena y por el que hay que luchar. Afrontaré todos los cambios con fuerza, sin miedo, de manera normal. Es un ámbito político diferente al actual, sé que tengo que aprender muchas cosas y estoy dispuesta a hacerlo, entregada a mis compañeros para llevar a buen puerto este proyecto común.
¿Por qué temas quiere usted ‘luchar’ en el Congreso?
Soy una mujer pacifista y nada pacífica. Soy combativa, como cualquier hombre y mujer de IU. Estar en un grupo parlamentario sólido y numeroso nos va a permitir incidir en nuestras políticas, basadas en la búsqueda de la justicia social. En estos momentos en que los mercados dictan el devenir de la población, hay que poner a la ciudadanía para que los mercados se arrodillen ante ella. Estamos en una situación complicada, con políticas neoliberales muy duras que están aprovechando esta crisis sistémica para introducir recortes que nos están privando de derechos. Por eso, el objetivo principal es revertir esta situación, e Izquierda Unida tienen políticas muy contundentes para hacerlo.
En clave local, si sale usted elegida ¿dejará la portavocía de la coalición de izquierdas?
Sí, y me llevaría muchas cosas. Sigo aprendiendo día a día en el Ayuntamiento. Además, los hombres y mujeres de IU de Collado Villalba me han mostrado lo que es la generosidad, la convicción y el trabajo diario visible e invisible que se hace en pos de mejorar la vida de nuestros vecinos. He tenido los mejores compañeros en el grupo municipal y en la asamblea local, gente humilde que lo entrega todo por nada, como debe ser. Y ese es parte del bagaje que me llevo. Pero aquí el trabajo continúa, siempre voy a ser de la Asamblea de Collado Villalba, además de vecina, estando muy cerca de los problemas locales. Y aunque legalmente no hay una incompatibilidad de ser concejala en el Ayuntamiento y diputada en el Congreso, en la práctica no se puede, porque quien mucho abarca, poco aprieta, y si salgo elegida será un trabajo que me absorba al cien por cien.
Tras pasar por muchas asociaciones y movimientos ciudadanos, ¿lo va a dejar todo?
No, mi modesta formación política está fraguada precisamente en las asociaciones vecinales, movimientos sociales, en los ciudadanos de la sociedad civil organizada. Es lo que me ha llevado a estar en las instituciones. Pero, respondiendo a la pregunta, si perdemos el alma nos quedamos sin nada, y el alma son esas asociaciones, colectivos, etc. Mi vida desde pequeña ha sido la reivindicación en la calle; si pierdo eso dejaré de ser quien soy.