El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
LIMÓN al Ejecutivo de la Generalitat Catalana presidido por Artur Mas tras incluir entre los recortes de gastos la suspensión del pago de subvenciones a geriátricos y centros para discapacitados de Cataluña. Ante el aluvión de críticas la Generalitat ha dado marcha atrás a medias y ha prometido crear una comisión de seguimiento para intentar paliar las consecuencias de esta medida y reducir a un mes el impago de las ayudas a los casos más graves. El tijeretazo, según datos oficiales, ‘sólo’ afectaría a 58.000 plazas. Sin embargo, los sindicatos UGT y CC OO han denunciado que este aplazamiento de pago repercutiría en unos 150.000 usuarios. ¿Dónde está la sensibilidad de los gobernantes catalanes y su famoso ‘seny’?