El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El festejo más relevante de la feria de Los Molinos tuvo lugar el domingo 18 de septiembre con la novillada picada que cerraba el serial. Lidiaba, después de muchos años, la vacada local de Felipe Navas. Un lote de agradables hechuras y desigual conducta. El triunfador fue Lorenzo Sánchez, novillero local que debutaba con picadores y que regresaba de un intenso periplo por plazas mexicanas. Terminó desorejando al sexto, tras una faena de garra y entrega. Con las lógicas carencias de la inexperiencia, puso toda la carne en el asador. Prendió una buena estocada que le valió las dos orejas. Antes había estado voluntarioso ante un novillo demasiado chico. Alberto Durán toreó muy bien de capa al cuarto, el ejemplar de más clase del sexteto de Navas. Lo que iba para premio quedó en nada por errar con la espada reiteradamente. Jesús Sánchez dio una vuelta al ruedo tras una estocada efectiva y una faena correcta.
La feria se abrió el día 16 con una novillada mixta con utreros de Hermanos Achas. Lo más torero llevó la firma de Ángel Puerta, que cortó una oreja. El rejoneador Héctor Barcenilla se llevó un trofeo, mientras que Pablo Santana, que sustituía a Félix de Castro, tuvo una actuación muy gris. Terminó escuchando los tres avisos en el novillo que cerraba el festejo.
Además, el sábado 17 se lidió una novillada sin picadores organizada con mucho esfuerzo por la Peña El Castoreño. Lo mejor corrió a cargo de Víctor Álvarez, muy dispuesto y variado en los tres tercios. Javier Montalvo tuvo una tarde discreta y Lorenzo Sánchez mostró muchos nervios.