“Es falso que se vaya a cerrar la Fundación”

Creada oficialmente en 1992, la Fundación para la Promoción de Estudios Superiores de Torrelodones se ha encontrado en las últimas semanas en medio de la polémica surgida en torno a la crisis en el PP local. El motivo hay que buscarle a que ambos casos aparece el nombre del ex alcalde Mario Mingo, presidente de los populares locales y también de la fundación que él impulsó hace ahora 15 años. Sin embargo, uno de los vicepresidentes de esta entidad sin ánimo de lucro, Pedro García de Leániz, abogado del Estado y vinculado a una familia con fuerte arraigo en Torrelodones, defiende en una entrevista con El Faro del Guadarrama la independencia, el prestigio y el buen hacer de la Fundación, cuyo fruto más conocido es la Escuela Superior de Arte Dramático, con 12 promociones y unos 150 alumnos titulados.
¿Cuál es la situación actual de la Fundación, ante el futuro fin de la actividad de la Escuela Superior de Arte Dramático?
La Fundación tiene desde el principio una Escuela de Arte Dramático, y por supuesto subsiste. Su objeto social es ser pionera en introducir enseñanzas que no están implantadas en España y promoverlas. Ahora el patronato considera que la Escuela ha cumplido su objeto de promover estos estudios, porque ahora mismo hay entidades que ofrecen el título superior, como la Universidad de Vitoria o propia Escuela de Arte Dramático de Madrid. Afortunadamente, ya hay 12 promociones en la calle de titulados superiores, que no son sólo intérpretes, sino también directores o especialistas en técnicas teatrales, como escenografía, iluminación o sonido. Se ha cumplido el objetivo, y por eso no se llama a nuevos estudiantes, pero sí terminarán los estudios los que están cursándolos actualmente. Es absolutamente falso q se cierre la Escuela y mucho más que se vaya a cerrar la Fundación.
¿Se está trabajando ya para buscar una nueva orientación a su actividad?
Durante este tiempo, la Fundación ha tratado de promover otros estudios superiores, Hace cinco años intentamos implantar unos estudios que entonces no había, con la intención de crear una facultad de ciencias medioambientales en Torrelodones. Sin embargo, esto no se consiguió, no llegó a buen término, y luego se comprobó que estas enseñanzas ya se impartían en algunas universidades, de modo que ya no se cumplía el objetivo de promover y ser pionero. Una tercera actuación fue una escuela de animación; se contaba con un importante técnico de Estados Unidos que venía a España, pero prefirió instalarse finalmente en Barcelona. Y ahora mismo se está estudiando con alguno de los nuevos patronos que se ha incorporado el año pasado, como el actor Andoni Ferreño, nuevas promociones de estudios, sobre todo en el ámbito deportivo, con formación en especialidades que requieren una titulación especial. La fundación en absoluto va a pararse.
¿Por qué cree que la Fundación se ha visto envuelta en esta polémica?
Es algo absolutamente absurdo. Es una modalidad de personalidad jurídica, una organización sin ánimo de lucro para desarrollar fines de interés general pero de naturaleza privada. Insisto en que tiene personalidad jurídica propia, distinta de la de sus fundadores. En este caso, el alcalde de Torrelodones era en aquellos momentos Mario Mingo y tiene la idea de promover una fundación, reuniendo a una serie de personas que pueden aportar su propia trayectoria y personalidad.Si se examina sin intención torcida quiénes han sido los patronos se verá que hay distintas personalidades a las que no hay por qué vincular a ideologías políticas o a las instituciones a las que pertenecen. Están participando a título personal, aportando su prestigio y su saber. Uno de los patronos, el único que es persona jurídica, es el Ayuntamiento, representado por quien se designe. Es sorprendente que el propio Enrique Muñoz, que ahora aparece diciendo una serie de cosas, también ha sido patrono en su etapa como alcalde. También hay que destacar que el Ayuntamiento, por sentido común y porque le interesa, mantiene una relación cordial con la Fundación. Hay dos acuerdos, uno de 24 de septiembre de 1992, cuando se ponía en funcionamiento, para autorizar la utilización de la Casa de Cultura. Esto ha terminado, actualizándose el 30 de junio de 2004, cuando se firma un nuevo convenio. Se paga la parte proporcional de los gastos que corresponda, como el teléfono o la luz, y a la vez se compensa al Consistorio representando obras en el Teatro Bulevar, en Torrefórum o con espectáculos de teatro de calle. También colabora en las fiestas y en los centros escolares para fomentar el teatro y la cultura entre los alumnos. Y además el Ayuntamiento es un patrón que nunca ha aportado dinero a la Fundación. De los presupuestos nunca ha salido ni un euro. Por eso uno no se explica ahora que un conflicto político producido por dos concejales del PP se haya trasladado aquí.

Supongo que tiene que ver con el hecho de que tanto en el Partido Popular como en esta entidad aparezca la figura de Mario Mingo. De hecho, se ha llegado a hablar de la Fundación de Mingo, sin más.
Ése es el mayor disparate de todos. ¿Cómo va ser a la Fundación de Mario Mingo? ¿Y qué pasa con los otros 15 patronos? Es una Fundación con personalidad jurídica propia, distinta del que tuvo la idea, del que la fundó y de todos sus patronos, entre los que hay personalidades más destacadas que un alcalde.
¿Cree que esta vinculación que se ha establecido desde distintos ámbitos puede afectar al prestigio de la Fundación?
Algunos de los patronos han sido salpicados por todas estas acusaciones, que en mi opinión son absolutamente falsas. A la Fundación se le está haciendo daño con aquello del calumnia que algo queda.Lo que está claro es que no hay nada que ocultar, porque además los patronos, que son personas con un gran prestigio, no permitirían ningún tipo de irregularidad.