ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
La clásica corrida de toros de la festividad de San Lorenzo, celebrada el 10 de agosto, deparó un festejo entretenido, en buena parte gracias al gran toreo del sevillano Daniel Luque y al carisma y el tirón popular de El Cordobés. El encierro de Juan Pedro Domecq, correctamente presentado, tuvo buena condición y varios toros fueron boyantes y con grandes virtudes.
La actuación con el capote de Luque se recordará por tiempo, bien por sus acompasadas verónicas, sus ajustadas chicuelinas o sus airosos remates. Con la muleta también desplegó un repertorio de mucho gusto, quietud y enjundia frente a un buen juanpedro al que acabó cortando las dos orejas. Al sexto también le exprimió al máximo y porfió con decisión antes de que el animal echara la persiana y se parara. Luque dejó una gratísima impresión en San Lorenzo de El Escorial y sigue madurando en su toreo.
El Cordobés también se sumó al triunfo de su compañero, cortando las dos orejas de un astado repetidor y con fijeza. En la primera parte de la faena toreó con más reposo y asentamiento, y posteriormente vinieron los efectos especiales con desplantes, adornos y rana incluida. Mató con efectividad.
Julio Aparicio también conquistó un trofeo del toro que abrió esta tarde veraniega. Le costo confiarse ante un astado repetidor que requería firmeza y mando. El torero firmó chispazos de su arte y adornos con su sello tan particular. Tras una estocada, tocó pelo.
El cuarto fue el ejemplar de más movilidad del encierro, si bien Aparicio no pasó de discreto en una actuación sin brillo y poco convincente por su parte.
La feria serrana se remató con un festejo de rejones el sábado 13 de agosto, donde se lidiaron astados de Pilar Martínez Rodríguez. La rejoneadora Noelia Mota logró continuar con su racha de triunfos y se llevó tres orejas en el esportón. Francisco Pahla cortó una de cada uno de sus novillos y El Cartagenero paseó un trofeo.