(Foto: E. P.)
Ian Gibson presentó el miércoles ‘Ligero de equipaje’, una extensa obra sobre el poeta Antonio Machado
ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar. Así termina el retrato que Antonio Machado hizo de sí mismo en la quizá es su obra más conocida, Campos de Castilla. De aquí precisamente ha tomado Ian Gibson el título de su biografía sobre el poeta sevillano, Ligero de equipaje, que el miércoles por la tarde presentó en la Casa de Cultura de Villalba, después de firmar libros durante más de media hora.
El escritor e hispanista dublinés, nacionalizado español en 1984, acudió a la localidad respondiendo a la invitación del colegio público Antonio Machado, que este año ha dedicado su Semana del Libro a la vida y obra del autor de Soledades. Fue el ex director de este centro, Jesús Peñas, quien presentó a Gibson tras las palabras del alcalde, José Pablo González, también presente en el acto. Primero elogió la labor del citado colegio, destacando la labor de la bibliotecaria y el equipo directivo, y más tarde situó a Gibson en su contexto, junto a otros destacados hispanistas como Paul Preston o Gerald Brenan. De Ligero de equipaje indicó que es una obra “contundente”, probablemente la “biografía definitiva” sobre Antonio Machado, resaltando la gran cantidad de documentación de la que se ha servido para reflejar sus múltiples facetas: estudiante, poeta, dramaturgo, ciudadano comprometido con la República, etc. Y por supuesto, también para acercarse a su vida sentimental. A continuación, fue el propio Ian Gibson quien introdujo su libro, que sucede a otras conocidas biografías sobre Federico García Lorca o Salvador Dalí. “Lo único que sé hacer es escribir. Es una obsesión”, señaló en el inicio de una conferencia con mucho contenido y también sentido del humor, recordando que cuando empezó a estudiar castellano lo primero que leyó fue Azul, de Rubén Darío, topándose con la sonoridad de la palabra “cinegética”. Y en este sentido indicó que el trabajo del escritor, y especialmente en el caso del biógrafo, es también el de “una caza a la búsqueda de un dato, que luego va en un párrafo, pensando en el libro al final del túnel”. “Una biografía”, explicó, “es una aproximación al misterio”, con la dificultad que entraña adentrarse en una vida ajena que, como en caso de Antonio Machado, puede presentar muchas lagunas en cuanto a material documental. Gibson señaló a Gerald Brenan como su maestro, si bien en cuanto a “héroes literarios” el primero en una lista en la que también estarían Lorca o Eliot es otro dublinés ilustre, James Joyce. Finalmente, defendió la biografía como género, añadiendo que “escasea en España”, y destacó el carácter comprometido, valiente y coherente de Machado, del que dijo que siempre defendió la República, a pesar de que su figura y su obra fuesen utilizadas luego de manera interesada desde las filas falangistas.