Toros

José Tomás toreará cinco tardes en agosto tras su gran reaparición el pasado sábado en la plaza de Valencia

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tarde para la historia la vivida el pasado sábado en la plaza de toros de Valencia. La reaparición de José Tomás tras el grave percance sufrido en Aguascalientes fue una conmoción. Primero, por el impacto social que supuso la reaparición del torero en la ciudad y que aumentó el volumen de negocio. Miles de aficionados, entre ellos muchos de Galapagar y de localidades vecinas, viajaron hasta la capital del Turia para asistir al regreso del diestro. Después ,en la plaza de toros se vivieron momentos de verdadera emoción gracias al valor, al toreo y a la personalidad tan acusada de este monsstruo de la tauromaquia. El balance final no refleja lo que hizo en el ruedo. Una oreja sabe a muy poco para lo que el público paladeó y sufrió.


El encierro de El Pilar estuvo correctamente presentado, con dos toros buenos y con transmisión, pero casualmente José Tomás se llevó los dos peores del lote.

El de Galapagar ya mostró su carta de presentación en un quite por delantales al toro que correspondió a Vítor Puerto.

La firmeza de siempre
En su primero, un astado brusco y violento, el torero madrileño siempre trató de conducir las embestidas. El viento soplaba con fuerza y molestó mucho. Despejó desde el principio cualquier duda sobre su puesta a punto. Firmeza, valor, exponer mucho y pasarse muy cerca los pitones de un toro muy complicado fueron las claves de esta faena.

Un atraco
Todo quedaba para el quinto. José Tomás hizo un quite por chicuelinas que caló con fuerza en el tendido. El torero citó desde los medios y el toro se arrancó con violencia, propinando una voltereta espectacular. La tragedia se mascó en la plaza de Valencia. Tras recuperarse minimamente, muy mareado volvió a la cara del toro. A partir de ahí, la faena fue una explosión de emoción. Hubo toreo del bueno, cimentado en el valor y la personalidad del torero, con dos series impresionantes sobre la zurda, así como un cierre de faena por bajo torerísimo y unas manoletinas con el toro rajado y aquerenciado que elevaron la pasión. Tras dejar una estocada las dos orejas se pidieron por abrumadora mayoría, pero el presidente le hurtó la Puerta Grande. Un atraco en toda regla.

Arturo Saldívar dio la cara con mucha decisión y tuvo una tarde de mucha entrega. Con el mejor lote, no se sintió acomplejado y realizó cosas importantes. A muy buen nivel, cortó una oreja y se arrimó mucho frente al toro más importante del encierro. También se llevó un trofeo del sexto, otro toro muy potable, al que toreó muy reunido sobre ambas manos. El mexicano pide paso y hay que echarle cuentas. Se fue por la Puerta Grande.

Víctor Puerto toreó muy bien de capa a su primero y también en el inicio rodilla en tierra, pero luego el toro se apagó.

Cinco acontecimientos
Cinco tardes tiene previsto actuar José Tomás durante este mes de agosto. Se antoja muy complicado adquirir una entrada suelta, por lo que muchos aficionados han optado por sacarse el abono completo de la feria donde actúa el de Galapagar. La pasión por ‘JT’ no tiene fronteras. Cinco acontecimientos que marcan la ruta del torero más esperado y deseado de esta temporada:
Viernes 3, Huelva (ganadería El Pilar); domingo 7, Bayona (toros de Jandilla - Vegahermosa); viernes 12, Gijón (Salvador Domecq); viernes 19, Ciudad Real (Torrehandilla); y lunes 29, Linares (reses de Las Ramblas).

Las claves del 23-J
Varios fueron las claves de la tarde de la reaparición de José Tomás. El 23-J en Valencia ya forma parte de la historia de la Tauromaquia
  • José Tomás es el último en salir al ruedo del patio de cuadrillas. El vestido lila y oro es precioso. La ovación que recibe el torero es atronadora. La plaza de Valencia, llena hasta la bandera, luce esplendorosa. El público se pone en pie. La expectación es tremenda desde horas antes de la corrida.
  • El quite por gaoneras al toro Burreñito de El Pilar es ajustadísimo. Toda una declaración de intenciones. José Tomás es el que es, sin ninguna duda.
  • El brindis de su primer toro es para los médicos que salvaron su vida en Aguascalientes (México) y que ocupan un burladero del callejón. Se palpa la emoción.
  • José Tomás muestra su valor ante un toro bruto en medio del vendaval, pero su quietud y aplomo es apabullante. Es el de siempre.
  • El quite por chicuelinas con el compás abierto aún perdura. Su limpieza, ejecución y valor impresionan al público. Su despaciosidad para los relojes. No es una hipérbole, es el toreo.
  • Es el quinto de la tarde. Cita con la planta quieta para torear por estatuarios. El toro se va directo al cuerpo de José Tomás. No rectifica nada y la voltereta es dramática y espectacular. Se teme lo peor porque queda inconsciente. Se recupera. Mareado y maltrecho vuelve a la cara del toro. La plaza explota de emoción.
  • José Tomás se impone al toro de El Pilar. Los naturales largos y profundos despiertan lo más puro de la Tauromaquia tomasista. Su largura, el cite, la muñeca, todo vuelve a ser lo más puro. El toreo por bajo y el cierre de faena por manoletinas hacen mover los cimientos del coso de la calle de Xátiva. La estocada pone el colofón.
  • El presidente le roba la segunda oreja. La bronca es monumental. Poco importa, José Tomás esta radiante y feliz. El público le obliga a dar una segunda vuelta al ruedo. Ha vuelto un torero. Toda una celebración.
  • Hace unas breves declaraciones. Dedica la faena a los tetrapléjicos, a todos los que luchan por poder recuperarse. El lado más humano del genio de Galapagar.