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Danza en el Teatro Auditorio con Blanca Li y Julio Bocca

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Festival de Verano del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial alcanza su segunda semana con la danza cono protagonista. En primer lugar, hoy y mañana tendrá lugar la representación de El jardín de las delicias, montaje de la coreógrafa Blanca Li, que se ha inspirado directamente en la conocida obra de El Bosco. “El jardín de las delicias, el panel central del tríptico, rodeado del paraíso y del infierno, describe un mundo deliciosamente inverosímil, donde hombres y mujeres viven en armonía, donde la vida es juego, la juventud eterna… Y detrás de esta aparente serenidad se descubren los signos de una metamorfosis, evocaciones de tentaciones prohibidas, señalando el carácter efímero y frágil del mundo y de esta utopía. Utilizando unos efectos surrealistas, el pintor describe la sociedad rígida de su época. Sabe que el mundo (su mundo) va hacia su final. Pinta un manifiesto de libertad”, comenta la bailarina y coreógrafa de origen andaluz.
“Siempre había tenido la tentación de poner en movimiento esta expresión pictórica, que nazca un ballet de esta obra sacrílega donde el infierno se mezcla con el paraíso, lo satírico con la moral, que invita al espectador a encontrar su camino propio hacia un nuevo mundo. He elegido una estética totalmente pop, mi creación tiene lugar en un espacio público contemporáneo, donde viven personajes fantásticos inspirados por nuestro mundo actual, en paralelo con las imágenes del cuadro. Una ida y vuelta entre dos universos, uno, el de El Bosco: onírico, poético y sobrenatural; y el otro, mi visión del mundo contemporáneo, en sus aspectos más tópicos o reales. Los dos se mezclan, se intercambian”, explica Li.

Nos encontramos así ante un lugar donde todo es posible y se cruzan los géneros. Un lugar donde toman cuerpo la locura, la libertad, los deseos, las fantasías, donde se fomentan y se resuelven las contradicciones de nuestra época: la carrera desenfrenada hacia el consumo, los excesos, las vanidades, las delicias de las perversiones ordinarias. Un lugar donde se hace el amor, se come, se baila y se toca música. Un salón de baile enloquecido y lúcido a la vez. “El espectáculo corresponde a la imagen del cuadro: lleno de sorpresas y de fantasía, sin lógica aparente, negro pero colorido, lleno de energía, de ironía y de humor”, concluye. A Blanca Li la acompañarán sobre el escenario Anthony Cazaux, Jean Gérald Dorseuil, Géraldine Fournier, Glyslein Lefever, Rafa Linares, Margalida Riera y Gael Rougegrez, con Jeff Cohen y David Saliamonas como pianistas y la escenografía de Pierre Attrait. El montaje se completa con la proyección de un film de Eve Ramboz.

Primera gira internacional
Por otra parte, el domingo será el turno del Ballet Nacional de Sodre (Uruguay), cuyo cuerpo de baile dirige desde hace poco el célebre bailarín argentino Julio Bocca. En este espectáculo rinde un merecido homenaje a los grandes coreógrafos latinoamericanos del siglo XX, de gran impronta e influencia en las nuevas generaciones de creadores. El programa abre con la obra Nuestros valses (1976) y Doble corchea (1984), ambas del venezolano Vicente Nebrada (1930-2002), dando cuenta de una creativa relectura e interpretación latinoamericana del neoclasicismo, incorporando ya sea los ritmos locales (música de Teresa Carreño para Nuestros valses) o reescribiendo en clave coreográfica universal de humor y grandiosidad la obra de Benjamín Britten Guía orquestal para la juventud.

Adagietto (1971), de Oscar Araiz, aporta la cuota de teatralidad, sugerencia dramática y planteo poético que emana de las páginas sinfónicas de Gustav Mahler, conformando un alter ego coreográfico al estilo confesional y expresivo del compositor. El eterno tema del amor de pareja en una de sus formas más sublimes y en una plataforma musical de inquietante y abismal desesperanza humana. Su arte es emblema de interrogantes y búsquedas profundas.

Como evolución final de esta línea estilística latinoamericana, ya con una visión de pleno siglo XXI, con un desenfadado lenguaje contemporáneo y rioplatense, la coreógrafa argentina Ana Maria Stekelman (1944) estrena su más reciente creación con una pieza basada en los ritmos populares del Tango & candombe (2011).

Una de las grandes citas
Además, el próximo jueves, 14 de julio, el Teatro Auditorio vivirá uno de los grandes momentos de este Festival de Verano con la presencia de la pianista portuguesa Maria Joao Pires, en la que será su primera colaboración con la Orquesta de Cadaqués, habitual de este ciclo sanlorentino (el año pasado acompañó a Estrella Morente). Maria Joao Pires nos propone el Concierto nº 4 para Piano y Orquesta de Beethoven. Es el preferido de buen número de profesionales y aficionados, quizá por considerarlo como el más conseguido para piano y orquesta entre todos cuantos su compositor creó, cinco en total, y si bien no puede decirse que existan verdaderas razones para justificar esta preferencia, es muy posible que sea en éste en el cual Beethoven muestra de una manera más clara su dominio de la forma y señala de un modo más patente su personalidad. En la segunda parte, la Orquesta de Cadaqués, bajo la dirección de su recientemente nombrado director titular, interpreta la Sinfonía nº 40, una de las más conocidas de Mozart y una de las obras culminantes del clasicismo europeo.

Las entradas en el caso de los espectáculos de danza tienen un precio de 15 a 24 euros; para el recital de Maria Joao Pires y la Orquesta de Cadaqués, de 18 a 30. Más información en www.teatroauditorioescorial.es.