El sueldo de Doña Gema

A mí, que quieren que les diga, me parece muy bien que la oposición cobre en función de su trabajo, que no perciba un sueldo fijo por un trabajo que en la mayoría de las ocasiones no ocupa más de 10 horas al mes.

Y me parece muy bien porque con medidas como esta te quitas de un plumazo a “funcionarios” de la política a los que no les importa ganar o perder en las urnas siempre que consigan una concejalía con la que llevarse sus buenos 1.000 ó 1.500 euros mensuales a casa. Las más de las veces por no hacer nada, estilo PSOE de Villanueva de la Cañada o Progresistas de Valdemorillo la legislatura pasada.

Viene a cuento esto porque, tal y como se percibió en el pleno del pasado lunes, a la oposición de Valdemorillo no le gusto nada que sus seis ediles dejen de cobrar un sueldo fijo de alrededor de 1.000 euros al mes para percibir sus emolumentos por asistencia a pleno, comisión o mesa de contratación. Y viene aún más a cuento porque fue precisamente la edil menos trabajadora, del grupo menos trabajador de la legislatura pasada, la que protestó más airadamente. En todo caso, si asisten regularmente a los actos a los que se les convoque, los ediles de la oposición percibirán unos 500 euros de media, que es, por cierto, poco menos de la mitad de lo que cobra la alcaldesa de Navalagamella, poco menos de lo que cobra el alcalde Zarzalejo, y bastante más de lo que cobra la oposición de Navalagamella, Fresnedillas, Colmenar del Arroyo o el doble de lo que percibe la de Robledo de Chavela.

Se le notó el enfado a Doña Gema González, de PVM, con el asunto de su bajada de sueldo. Tan enfadada estaba que arremetió contra Carmen Villanueva y PIVALDE poniéndoles de vuelta y media. Parecía que tuvieran la exclusiva del ajuste de retribuciones, como si el PP, con la alcaldesa a la cabeza - que se ha pegado un buen recorte de sueldos en general- no tuviera nada que ver con la medida. Le pasa mucho a Doña Gema, que no sabe donde tiene el enemigo (político) y se dedica a hacer oposición a todos menos al PP. Será que aún no ha perdido la esperanza de pactar con los suyos después del estrepitoso fracaso de su grupo al plantear las negociaciones postelectorales. Se le vio el plumero en lo que respecta a su bolsillo. Nunca en sus cuatro años de oposición montó tal espectáculo sobre otro tema de carácter general. Habrá que esperar si muestra el mismo interés con los asuntos de otros. ROMÁN VILLALBA