Imagen de la zona objeto de las denuncias de PIVALDE (Foto: CEDIDA)
Pivalde cuestiona la invasión de las aceras por las obras de 75 viviendas
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Vecinos y políticos han denunciado ante el Ayuntamiento las presuntas irregularidades urbanísticas que está cometiendo la constructora Arafil-4, en la calle Gateras de la localidad. Pese a estas denuncias, con registro de entrada de 13 de junio, 21 y 22 de agosto, la construcción de 75 viviendas unifamiliares sigue a su ritmo habitual.
Invasión de suelo público
El principal motivo de la denuncia se refiere a la ocupación, presuntamente ilegal, que esta constructora ha llevado a cabo desde que comenzó sus obras. Según explica Carmen Villanueva, del grupo independiente PIVALDE, la constructora Arafil-4, “del grupo Afar-4, ha levantado los bordillos existentes, invadiendo los viales, que tienen un ancho de 5,95 metros. Estos bordillos han sido reducidos para que la empresa constructora pueda cumplir con los retranqueos exigidos. De esta manera, las aceras, que según proyecto deben medir1,25 metros, en la actualidad quedan, en el mejor de los casos, en 70 centímetros, incumpliendo claramente la normativa”.
Ante esta situación, la edil se reunió en el mes de julio con el arquitecto municipal, Francisco Andeyro, para expresarle su preocupación y la de los afectados por este asunto. En la denuncia presentada ante el Consistorio se explica que no es justificable que en una zona de nueva edificación, como es la que ahora mismo se está levantando, “no sólo no se respeten las dimensiones de la acera que está trazada, sino que se invadan y se dejen reducidas a estas medidas, que hacen que al instalar una farola quede totalmente inutilizada para el paso de personas”. Villanueva indica que, ante la pasividad de los responsables municipales, ha optado por acudir directamente a la Comunidad de Madrid, para volver a denunciar este caso, remitiendo un escrito el 25 de agosto al servicio regional de inspección de urbanismo. Además, la concejala indica que se están realizando obras de acometida a la red de saneamiento. Estas uniones, asegura Villanueva, “no son separativas y se están uniendo a la red general, que sólo tiene capacidad para las viviendas de la zona”.
Al margen de la invasión actual y sus evidentes molestias, los vecinos se plantean la posibilidad de que la constructora pretenda ampliar la ocupación de las aceras públicas en el tiempo.