El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Varios simpatizantes de esta sección llevan días preguntándome si la luna de miel con el nuevo Ejecutivo local va a durar mucho tiempo. Incluso me piden que le empiece a dar leña a AJ (Agustín Juárez) porque después de casi un mes al frente del Consistorio, dicen este chico anda más despistado que un camello en una farmacia. Comprendo que a una columna tan crítica como esta no se le permita siquiera tomar un respiro, pero creo que al nuevo Gobierno local hay que darle, al menos, cien días de confianza antes de empezar a enjuiciar su labor. A partir de ahí, dice Lobo Cojo, seremos tan inflexibles con sus errores, cuando los cometan, como lo hemos sido con su antecesor, que, por cierto, sigue por ahí haciendo de las suyas. Ejemplo: el pasado lunes por la mañana JP se encontraba en el interior de ‘su pirámide’ (parking de Honorio Lozano), donde había estacionado su monovolumen Citroën, vehículo que, al parecer, sólo utiliza para andar por casa (el Volkswagen Touareg lo destina a los grandes desplazamientos: Arenales del Sol (Alicante) Sancti Petri (Cádiz), etc. Pues bien, cuando el fenómeno decidió abandonar dicho aparcamiento público ni siquiera se dignó a pasar por caja y así, tras enfilar la puerta de salida, colocó su presunta tarjeta de abonado o cliente ‘Vip’ sobre la pantallita de control (hubo de insistir un par de veces para que fuese validada), abandonando este recinto sin darse cuenta de que alguien le estaba observando. Uno no quiere pensar que JP esté recibiendo algún trato de favor por su condición de ex alcalde, pero debe ser cuidadoso por el que dirán, sobre todo cuando hay tanto desconfiado suelto por ahí”.