Zapatero y Pedro Castro se resisten a dejar sus ‘poltronas’ - Cáritas Madrid duplica las ayudas a los marginados
Manuel J. Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
Cumplido ya el primer mes desde la celebración de las elecciones municipales y, también, las dos primeras semanas desde la investidura de los alcaldes, apenas se han apreciado indicios de actividad en los nuevos consistorios serranos a excepción de las lógicas y anecdóticas secuelas postelectorales que, por ejemplo, en el Ayuntamiento de El Boalo se centran en dirimir el reparto de los despachos de la casa consistorial ya que, mientras el ‘cuatripartito’ quiere tomar posesión de los que hasta ahora ha venido ocupando el PP, la ex alcaldesa Carmen Díaz y sus ediles se resisten a abandonar la Casa Grande.
En Collado Villalba el problema es mucho más serio, ya que los trabajadores del servicio de limpieza y recogida de basuras, tras reunirse en asamblea, han anunciado que irán a la huelga si no cobran la nómina de este mes. Y es que la situación económica en la que ha dejado el Ejecutivo socialista de José Pablo González las arcas municipales hace que todos teman lo peor. Es más, esta precariedad económica, después de tanto despilfarro, puede retrasar incluso el pago de la extra de julio a la dimensionada plantilla municipal. Algo parecido sucede en Galapagar, donde el Equipo de Gobierno de Daniel Pérez ha pedido comprensión a los vecinos tras verse obligado, por segundo año consecutivo, a mantener cerrada la piscina municipal, afectada por una avería cuyo coste de reparación es de 79.000 euros; es decir un 14 por ciento del presupuesto anual de la Concejalía de Deportes.
Y este anecdotario de inicio de legislatura lo finalizamos en Torrelodones donde, mientras Vecinos continua festejando su éxito electoral y la investidura como alcaldesa de su cabeza de lista, Elena Biurrun, en el PP aún siguen rasgándose las vestiduras por una derrota que evidencia la lucha sin cuartel habida entre las familias populares que querían ostentar el poder municipal. Gádor Ongil y Javier Laorden lo van a tener muy complicado a la hora de intentar restañar las heridas producidas por esta confrontación fratricida.
Pedro Castro, como Zapatero, se aferra a la ‘poltrona’ del poder
No sé que tiene el poder, pero creo que tal como están las cosas es mucho más fácil encontrar una aguja en un pajar que ver a un político abandonar altruísticamente su puesto, generalmente bien remunerado. Es más, he llegado a la conclusión de que la palabra “dimisión” ha desaparecido del diccionario de nuestros gobernantes, incluso en tiempos tan críticos como el que está sufriendo el PSOE tras la debacle electoral del pasado 22-M, que ha dejado a sus más significados dirigentes a los pies de los caballos. Pues ahí tienen a Rodríguez Zapatero asegurando que no va a adelantar las elecciones y, por tanto, que va a seguir ocupando la ‘poltrona’ de Moncloa hasta marzo de 2012; o el caso de Pedro Castro, ex alcalde de Getafe, derrotado estrepitosamente en los últimos comicios y, aún así, haciendo oídos sordos al clamor del resto de los regidores madrileños que piden su dimisión al frente de la Federación Española de Municipios y Provincias, un puesto que piensa seguir desempeñando hasta noviembre, fecha prevista para la renovación de cargos en esta Federación. A la pregunta realizada sobre este asunto por un periodista de La Razón al regidor villalbino, Agustín Juárez, contestó con cierta lógica,: “Un concejal en la oposición no puede representar a todos los alcaldes”. Aún más contundente fue Juan Soler, el sucesor de Castro en la Alcaldía de Getafe: “No tiene sentido que presida un organismo en el que ni siquiera tendrá representación”. Pues bien, aún así, él sigue en sus trece.
Y mientras tanto Cáritas duplica sus auxilios
Desafortunadamente, todo lo anterior se contradice con la situación crítica por la que atraviesan muchas familias españolas, mancilladas por una crisis económica que no parece tener fin. Para intentar paliar estos casos de emergencia que surgen a diario, el pasado martes se celebró en Madrid el ‘Día de la Caridad’, colecta organizada por el Arzobispado de Madrid y cuyos ingresos serán destinados a paliar la emergencia de cientos de miles de madrileños. Al respecto podemos decirles que el año pasado Cáritas-Madrid destinó 22 millones de euros para poder hacer frente al doble de socorridos que hubo en 2010.