INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“En mi pueblo dicen que a enemigo que huye, puente de plata, y no seré yo el que le ponga puertas al campo, dice Lobo Cojo. Otra cosa es que nos creamos lo que ha dicho JP, es decir, que a partir de septiembre él, en su condición de profesor de Educación Secundaria, se incorporará a su plaza en el instituto de Parla. ¿Se imaginan al fenómeno saliendo de su casa a las siete de la mañana dirección M-50, dispuesto a meterse entre pecho y espalda 65 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta? ¿Se lo imaginan aguantando a una veintena de adolescentes rebeldes contradiciéndole en clase? Y es que cuando uno está acostumbrado a cobrar cerca de 6.000 euros mensuales, a viajar en coche oficial, a ocupar barrera en Las Ventas y palcos en el Bernabéu, a tener guardaespaldas o a disfrutar de las comodidades de los hoteles de lujo, despertarse cada mañana pensando en que, como todo hijo de vecino, tendrá que aguantar los habituales atascos, pagar la gasolina del su propio bolsillo, hacer cuentas para estirar el dinero hasta final de mes tras 12 años de vida a cuerpo de rey, esto tiene que ser una putada. Bueno, también le queda la opción del transporte público, pero eso ya sería demasiado para el body. Tampoco Gómez Sierra, el superconcejal hasta no hace mucho de JP, tiene por delante un camino de rosas, sobre todo después de anunciar que iba a continuar en la política activa. ¿Se lo imaginan aguantando las embestidas de los ediles del PP, cobrando 500 euros mensuales, sin despacho y sin asesor? O tiene muchas cosas de las que defenderse o quiere ejercer el papel de mártir político y ofrecerse para ser sacrificado en la hoguera”.