El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La operación Ángel Negro, realizada por los agentes del Grupo de Delincuencia Organizada de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en colaboración con el equipo de Policía Judicial de Collado Villalba, ha supuesto la desarticulación de un grupo organizado, especializado en el robo a viviendas unifamiliares. La operación se inició a finales del año 2010 tras varias denuncias presentadas por víctimas de diversos hechos delictivos contra el patrimonio.
Así, el pasado mes de abril, se procedía a desarticular al primero de estos grupos, donde resultaron detenidas cinco personas, en el marco de la operación Ángel Caído, esclareciéndose cinco hechos delictivos. Esta banda no dudaba en utilizar una extrema violencia para lograr sus objetivos.
A continuación, los agentes centraron todos sus esfuerzos en identificar y localizar a los integrantes del segundo grupo, cuya base de operaciones se ubicaba en Galapagar, Collado Mediano y Collado Villalba. Estos individuos vieron cercados sus movimientos tras perpetrarse un robo con violencia en una urbanización de la localidad abulense de El Barraco.
La operación iniciaba su fase de explotación el pasado día 17 de mayo y finalizaba el 26, resultando detenidos los cinco integrantes de esta organización criminal, a quienes se les imputa la autoría de una quincena de robos en viviendas, todas ellas habitadas.
Los ahora detenidos ejercían vigilancia sobre sus víctimas, conociendo al dedillo sus hábitos y horarios para, de esta manera, perpetrar los robos de una forma más segura. Cuando los propietarios se encontraban en el interior, tras ser amenazados e incluso golpeados, eran maniatados generalmente a sillones con cinta americana. Sus objetivos eran conseguir joyas y dinero en efectivo, sustrayendo también vehículos de alta gama. La operación ha permitido esclarecer una quincena de robos con violencia perpetrados en Navacerrada, Hoyo de Manzanares, Zarzalejo, El Escorial, Galapagar, Las Rozas, Valdemorillo y en El Barraco (Ávila).
Los detenidos son de nacionalidad marroquí, con edades comprendidas entre los 19 y 36 años de edad. La operación Ángel Negro ha permitido detectar, asimismo, un segundo grupo, al que se considera responsable de 10 robos con fuerza y que estaba integrado por siete personas, todas ellas ahora detenidas, algunas de las cuales trabajaban en las zonas de los robos como albañiles, niñeras o limpiadoras, para recabar información con el fin de cometer los delitos.