Collado Villalba

Dimisión tardía

La renuncia del ex alcalde, José Pablo González, y de otros ediles a sus actas, llega con varios meses de retraso y deja al PSOE villalbino al borde de la ruptura

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Después de la catástrofe sufrida el pasado domingo por el PSOE en las elecciones municipales celebradas en Collado Villalba -de ‘tsunami’ la calificó el ex alcalde y candidato socialista, José Pablo González Durán-, parece que la dimisión del hasta ahora regidor y de algunos de sus concejales más fieles es un hecho consumado; una dimisión absolutamente justificada y necesaria, pero tardía, porque no va a solucionar ninguno de los problemas generados por estos ediles tanto en el seno del Consistorio como en la Agrupación Socialista local, que vuelve a estar al borde de la ruptura. González y algunos de los concejales implicados directa o indirectamente en el ‘Caso Villalba’ (vacaciones navideñas en Andorra y Punta Cana, proyecto de construcción del polémico centro comercial en Caño de la Fragua, etc.), deberían haber abandonado sus puestos hace varios meses, pero optaron por cerrar filas para así seguir cobrando los generosos sueldos que tenían asignados como premio a su incomprensible y bochornosa fidelidad. “El ciudadano cuando vota, no se confunde”, dijo González a modo de despedida, añadiendo: “No tiene ningún sentido que después de 12 años de alcalde sea portavoz de la oposición”. La noticia, que no sorprendió a nadie, fue duramente criticada por el Foro Social de la Sierra en su página web: “El alcalde ha anunciado cobardemente que renuncia a su acta de concejal, tras la aplastante derrota del PSOE el pasado domingo. Se trata del último acto de un oportunista que ni siquiera es capaz de dar la cara. Esperemos que las investigaciones judiciales en marcha le lleven a donde tiene que estar”.

También hemos buscado algunas opiniones entre los ciudadanos de a pie. María Jesús (peluquera) nos decía: “Urge un cambio de mensaje y de talante”. Juan Alberto (empresario) fue más lejos: “Cuando el barco se hunde las ratas son las primeras en abandonarlo. Marisol (cajera): “Conozco a José Pablo desde hace años y por eso no me sorprende que haya sido incapaz de tener un acto de generosidad a la hora de asumir sus errores”.
“Nos lo merecemos”
La foto superior, tomada por nuestro compañero Rafael Herrero en el acto de inauguración del polideportivo de Los Negrales, donde aparece el alcalde, José Pablo González, junto a dos sus lugartenientes más fieles, José Luis Cercas y Rosana Crespo, bajo una pancarta con el lema Nos lo merecemos, fue la mejor premonición sobre este desastre electoral que ya por entonces empezaba a incubarse ante la pasividad de los dirigentes socialistas.

Los meses iban pasando y los problemas aumentaban. La crisis económica empezó a debilitar las arcas municipales, entre otras cosas porque los dineros procedentes de las empresas constructoras entraban ya con cuentagotas; el ‘dedismo’ en la adjudicación de contratos a empresas amigas se prodigaba; la plantilla municipal aumentaba a base de recomendados; los cargos de confianza se mantenían en sus puestos pese a la crisis; los expedientes disciplinarios y los despidos a los trabajadores disidentes aumentaban; se privatizaban servicios; se dejaba de pagar a los pequeños proveedores, a la Seguridad Social, a las empresas de suministro de luz, agua y teléfono, a las del mantenimiento de jardines, a la adjudicataria del servicio de recogida de basuras... Y en esto, a finales de 2010, unas fotos salen a la luz pública y provocan el que luego sería conocido como ‘Caso Villalba’, un asunto que actualmente está pendiente del dictamen de los tribunales de Justicia y sobre el cual la revista de Izquierda Unida (24 de febrero de 2011), decía: “Últimamente los vecinos de Collado Villalba vamos de sobresalto en sobresalto cada vez que se publica una foto del alcalde y del concejal de Hacienda junto a sus amigos los constructores que han llevado a cabo la obra más inútil de nuestra ciudad, o una nueva información que pone de manifiesto las vinculaciones empresariales de Gómez Sierra con esos señores. La sensación de bochorno y vergüenza no puede más que verse acrecentada ante la postura del Equipo de Gobierno y sus pupilos implicados”.

Se puede decir que “nunca hubo una muerte más anunciada”, y sin embargo José Pablo González y su guardia pretoriana seguían manteniendo una actitud donde abundaba la prepotencia y el despilfarro, mientras despreciaban a sus representados, persiguiendo a quienes les criticaban sus atropellos.

El Faro del Guadarrama, en un artículo firmado por nuestro editor, Manuel J. Ortega, titulado “La cobardía política de José Pablo González” (2 de agosto de 2010) ponía de relieve los desmanes del Ejecutivo socialista y acusaba al regidor de cobarde por la actitud mostrada en el pleno de julio, donde volcó sus iras contra los grupos de la oposición y también contra este periódico, a sabiendas de que PP, IU y ADEI (se había acabado el turno de réplicas) y aún menos este medio (de vacaciones en agosto) no podrían rebatir sus falacias. “Es público y notorio que usted -decía Ortega- tiene dos varas de medir y en este periódico tenemos pruebas de ello, pero debo decirle que no nos va a callar, que vamos a seguir manteniendo nuestra línea editorial, haciendo nuestro trabajo con la misma ilusión, convicción y coraje que hasta ahora, sin admitir nunca el chantaje... El pueblo es sabio y soberano y con sus votos no me cabe la menor duda que terminará poniendo a cada uno en su sitio”. Y así ha sido.