El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Las elecciones municipales del 22 de mayo han dejado un gran protagonista en la Sierra: el Partido Popular de Collado Villalba, cuyo candidato, Agustín Juárez, se convertirá en alcalde el próximo 11 de junio, poniendo fin a 12 años de ‘josepablismo’. Aquí encontramos también el segundo nombre propio del 22-M, en sentido inverso: José Pablo González ha sufrido una severa derrota en estos comicios, dejando al PSOE local incluso por debajo de la pobre media regional que ha alcanzado Tomás Gómez. El candidato socialista ha perdido nada menos que 5.000 votos, sumando apenas un 24 por ciento de apoyo (la mitad que en 2007) y pasando de 14 a 6 concejales. Por el contrario, el PP de Agustín Juárez ha dado un espectacular vuelco a la situación política municipal, alcanzado los mejores resultados de los populares en la localidad (un 49,6 por ciento de respaldo), lo que en número de ediles ha supuesto un incremento de 8 a 14 actas. Una holgada mayoría absoluta que supone sin duda un duro correctivo a las políticas del PSOE, personalizadas en José Pablo González, quien de inmediato certificó lo que este periódico ya había venido anunciando. Su renuncia a permanecer en la oposición. Ni siquiera acudirá al pleno del 11-J para recoger su acta de concejal, emprendiendo una huida en la que, por supuesto, no hay lugar para las explicaciones. Esperar un mínimo de valentía a la hora de afrontar la derrota era una auténtica utopía. Por eso en sus declaraciones tras la contundente derrota no hay ningún espacio para la autocrítica, atribuyendo el retroceso al ‘tsunami’ generalizado del PP y olvidando deliberadamente todos los escándalos que han jalonado sugestión los últimos cuatro años.
Se abre así una nueva etapa en el Ayuntamiento, en donde debe primar la regeneración democrática y la transparencia. Por eso es fundamental que Agustín Juárez lleve a cabo una auditoría para conocer la verdadera situación de las arcas municipales, sin olvidar de que la mayoría absoluta de la que comenzará a disfrutar en unos días ha de ser gestionada desde la más absoluta responsabilidad. Precisamente los desmanes cometidos por José Pablo González hacen que el compromiso con los vecinos del líder de los populares villalbinos deba ser aún mayor, respondiendo a la confianza que ha recibido en estos comicios, en donde ha logrado un histórico resultado que ahora hay traducir en hechos. Mientras tanto, el PSOE ha de afrontar de manera urgente una limpieza absoluta, con la certeza de que su mayor enemigo, el que ha arrastrado a los socialistas a esta durísima derrota, no es otro que el ahora dimitido José Pablo González, que hace 12 años llegó a la Alcaldía como el hijo del churrero y ahora se va de forma precipitada, dejando a su partido arruinado en términos políticos y al Ayuntamiento con una deuda millonaria.