Collado Villalba

Tras 28 años de gestión socialista, los villalbinos apostarán el 22-M por un cambio de modelo político

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ni siquiera las encuestas ‘cocinadas’ al gusto del cliente, como suele ocurrir con todas aquellas publicadas por un diario local, estén relacionadas bien con temas comerciales o políticos, van a poder maquillar los refrendos al Partido Socialista perjudicando con ello el respaldo que mayoritariamente está recibiendo el Partido Popular, no sólo en Collado Villalba, sino en toda España en relación a los comicios que se celebrarán el próximo 22 de mayo. Aún así, hemos de admitir que las encuestas son simples entrevistas telefónicas que sirven para saber en un momento determinado (en este caso la citada encuesta fue realizada hace más de dos meses) la opinión de los encuestados en ese momento.

El pronunciamiento definitivo será el que den los ciudadanos en las urnas. Aún así, si uno presta atención a los comentarios de la calle sobre la situación política y económica por la que atraviesa este municipio resulta fácil llegar a la conclusión que, después de 28 años de gobiernos socialistas (de 1979 a 1995 el PSOE gobernó bajo la tutela de Carlos Julio López Jiménez y desde 1999 y hasta hoy lo está haciendo José Pablo González Durán), los villalbinos desean mayoritariamente un cambio de gobierno y, sobre todo, un cambio de dirigentes, apostando claramente por un proyecto basado en la transparencia, en la austeridad, en la cercanía, la eficiencia en el uso de los recursos públicos, la igualdad de oportunidades, la solidaridad, la confianza, el diálogo y, especialmente, por la libertad, algo que se está echando de menos en estos últimos años.

La historia se repite
Los gobiernos socialistas que han regido los destinos del Ayuntamiento de Collado Villalba durante los últimos casi 30 años son como dos gotas de agua. Carlos Julio López Jiménez, igual que sucedió posteriormente con José Pablo González Durán, consiguió la ‘poltrona’ municipal gracias al apoyo de la izquierda. López Jiménez se benefició del pacto firmado con el Partido Comunista de España tras las elecciones celebradas en el año 1979 y José Pablo González accedió a la Alcaldía en 1999, gracias a un pacto de gobierno con Izquierda Unida. En ambos casos debemos añadir que los acuerdos firmados entre socialistas y comunistas resultaron beneficiosos para el interés general de este municipio, al menos mientras estuvieron en vigor. Luego las mayorías absolutas llevaron a los responsables del PSOE a cometer demasiados desmanes. Aún así, hemos de reconocer que ambos regidores parecen cortados por el mismo patrón, tal como pueden comprobar seguidamente:
  • CONSUMO Y TRÁFICO DE DROGAS.- El 18 de septiembre de 1987 más de un centenar de vecinos residentes en las calles Juan XXIII y Marqués de la Valdavia presentaron sendos escritos ante el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno de Madrid exponiendo la preocupante situación que estaban viviendo por la continua presencia de ‘camellos’ y drogadictos en sus alrededores.
  • 24 años más tarde, ahí están los vecinos de la plaza de Las Bombas y aledaños denunciando el trapicheo existente en este entorno y la pasividad mostrada por las autoridades locales y agentes policiales a la hora de erradicar este problema.
  • OBRAS DE REMODELACIÓN DE LA CALLE REAL.- El Faro del Guadarrama (25 de septiembre de 1987) denuncia la lentitud de las obras de remodelación de la calle Real, sobre todo aquellas relacionadas con el acondicionamiento del puente sobre el río Guadarrama. Los plazos previstos se incumplieron, las molestias a los vecinos fueron tremendas y la obras, inicialmente fijadas para llevarlas a cabo en 12 meses, duplicaron el plazo.
  • Esta historia que se repetiría en la construcción del túnel-parking de Honorio Lozano-Batalla de Bailén, aunque la diferencia presupuestaria entre ambas obras es abismal. También resulta curioso que se adjudicara la remodelación de la calle Real a la empresa CEDOT y la de Honorio Lozano-Batalla de Bailén a COVER en UTE con Ortiz Construcciones, dado que ambas adjudicatarias tenían como denominador común su magnífica relación con los dos regidores socialistas.
  • SUBIDAS DE TASAS, IMPUESTOS Y SALARIOS.-En la sesión plenaria celebrada a primeros de octubre de 1987, fueron aprobadas las nuevas Ordenanzas Fiscales que permitieron la subida en un 20 por ciento de la tasa de basuras y el mismo porcentaje en el impuesto de circulación de vehículos. Este pleno también fue aprovechado por el Ejecutivo socialista para incrementar sus sueldos, que quedaron fijados entre 200.000 pesetas que percibiría el por entonces regidor, Carlos J. López Jiménez, y las 45.000 de los concejales con dedicación exclusiva.
  • Estamos ante una decisión muy parecida a la tomada por el Equipo de Gobierno de José Pablo González 20 años más tarde, concretamente en noviembre de 2007, cuando incrementó significativamente el importe de las tasas e impuestos (IBI, vehículos, ORA, etc.) y mejoró las percepciones salariales de los concejales con subidas de entre un 16 por ciento (alcalde) y el 53 por ciento (portavoz del grupo municipal de la oposición), con salarios que iban desde los 6.000 euros (alcalde) hasta los 2.500 asignados a los ediles con media jornada de dedicación a su cargo público.
  • TASAZO AL COMERCIO.- Nuestro periódico recogía en su edición correspondiente al 6 de noviembre de 1987 la siguiente noticia: “La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Collado Villalba ‘CyE’ se reunió el pasado 29 de octubre para tratar un tema relacionado con los propietarios de bares y cafeterías de esta localidad tras ser requeridos por el Ayuntamiento para que pagasen un impuesto municipal (alrededor de 20.000 pesetas anuales) por la explotación de las máquinas tragaperras, El presidente de ‘CyE’, Alejandro Gamella Cuenca, dijo al respecto: ‘Cursaremos un escrito a la Alcaldía para que tenga conocimiento de nuestra postura contraria al pago de dicho impuesto. Caso de que persistir en cobrar esta tasa, presentaremos la correspondiente denuncia”. No hubo necesidad.
  • Nueva casualidad, porque el 31 de enero de 2008, el Gobierno socialista de González intentó de buenas a primeras cobrar una tasa con carácter retroactivo (afectaba a los años 2005, 2006 y 2007) relacionada con la colocación de rótulos publicitarios en la vía pública. Los comerciantes, indignados con esta medida, se negaron a pagar y un portavoz de este colectivo manifestó: “Si el Ayuntamiento considera legal poner un canon por la instalación de rótulos, que lo haga, pero que avisen primero para que el que quiera deje su rótulo y el que no, lo quite. Que no vengan a traición con el recibo”.
Esta ordenanza, bautizada con el nombre de ‘tasazo’, fue posteriormente suspendida.
  • FUENTE SIN AGUA.- En la plaza de la Estación, justo frente a la puerta de salida principal de las dependencias ferroviarias, el Ayuntamiento socialista presidido por entonces por López Jiménez mandó construir una pequeña rotonda con una fuente de agua, que actualmente está ocupada por una grúa ferroviaria, obra que fue inaugurada a finales de noviembre de 1987. Pues bien, debido a las bajas temperaturas registradas en esa época del año, los villalbinos sólo pudieron disfrutar de la misma poco más de 48 horas, el tiempo que tardaron en congelarse las conducciones de agua de estas instalaciones. Un vecino manifestaba el 4 de diciembre a nuestro periódico que era lógico lo que estaba pasando “porque las tuberías de la conducción de agua fueron instaladas deprisa y corriendo y sin la suficiente profundidad para evitar que se congelaran”.
  • La coincidencia de los hechos con la supermillonaria fuente construida recientemente por el Ayuntamiento en la glorieta de la plaza de España, concretamente en la intersección de las calles Honorio Lozano-Batalla de Bailén, resulta sorprendente. Tanto es así que cuando bajan las temperaturas ésta deja de funcionar, y otro tanto sucede cuando el viento sopla con fuerza, pues los chorros del agua inundan tanto la calle Real como las zonas peatonales de las vías adyacentes. Un despilfarro más que hay que apuntar en el debe de la gestión de José Pablo González Durán y sus compañeros de gobierno.
  • URBANISMO DEPREDADOR.- Bajo la batuta del mismo arquitecto municipal, el incombustible Pedro Riveiro Pita, Carlos Julio López Jiménez y José Pablo González Durán se han repartido durante las tres últimas décadas la gobernabilidad de este municipio, de ahí que sólo a ellos se les puede atribuir los graves errores urbanísticos cometidos en este periodo, en el que curiosamente siempre ha prevalecido el interés de los promotores al de los ciudadanos. La estrechez de las aceras -había que dotar a las parcelas del máximo aprovechamiento posible-, la ausencia de zonas verdes o de parques públicos, la limitada anchura de las calles, el deficiente saneamiento, la presencia de postes telefónicos, aún de madera, en la vía pública, la escasez de plazas de aparcamiento público y gratuito, la deficiencia de infraestructuras, la suciedad, el deprimente mobiliario urbano, etc., es consecuencia de ello.
Cierto es que Carlos J. López manejaba un presupuesto infinitamente inferior a los casi 70 millones de euros que ha dispuesto últimamente José Pablo González, recordando, eso sí, que este municipio en el año 1987 tenía 20.396 habitantes y que actualmente el número de residentes alcanza casi los 60.000.

Sin ánimo de entrar en mayores detalles podemos afirmar que el patrón que ha venido utilizando el actual regidor villalbino es casi una fotocopia del legado por su antecesor socialista. López Jiménez era más populista y por tanto más dialogante, tenía otro talante, aunque a la hora de tomar decisiones nunca le temblaba el pulso. A Carlos J. López se lo cargó, contra todo pronóstico, José Luis Peñalvo, candidato del PP, que obtuvo una mayoría simple en los comicios celebrados en 1995, y al frente de un Ejecutivo profundamente dividido, donde los navajazos en el grupo municipal estaban a la orden del día, apenas pudo desarrollar su modesto programa electoral. A su favor está el saneamiento de las arcas municipales que los socialistas habían dejado muy maltrechas, pero las zancadillas de sus compañeros de partido le impidieron presentarse a la reelección. El superávit que dejó Peñalvo en la tesorería local, se ha convertido tras 12 años de gestión socialista en un preocupante déficit que ronda los 100 millones de euros, toda una losa para la economía de este municipio y para los bolsillos de sus vecinos.

Por eso parece muy loable que el PP esté dispuesto a recoger los despojos que les va a dejar el Gobierno municipal socialista (se dice incluso que es muy posible que en junio la tesorería local no pueda siquiera pagar las nominas de los empleados municipales) e insistan en demostrar que hay otras formas de gobernar basadas en el trabajo diario, en la imaginación y, sobre todo, administrando desde la lógica y la responsabilidad. “Con esto, me decía uno de las integrantes de la candidatura popular, se puede sacar a nuestra ciudad del pozo donde se encuentra. Queremos que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades, que los proveedores del Ayuntamiento cobren sus facturas, porque de lo contrario seguiremos destruyendo empleo debido a la asfixia económica producida por dichos impagos. No nos podemos permitir tener un municipio con casi 5.000 parados”.

Las espadas siguen en alto, pero por primera vez en más de 30 años los villalbinos parecen dispuestos a apoyar mayoritariamente el proyecto popular, convencidos de que si los socialistas no han sido capaces en los últimos años de solucionar los problemas de este municipio, no lo van a hacer ahora. No obstante habrá que esperar al próximo 22 de mayo para ver si definitivamente se consolida esta ola de refrendos al centroderecha, que también a nivel nacional parte como favorito en los comicios de mayo.