El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Cada vez está más cerca el verano, el buen tiempo y las épocas vacacionales, lo que provoca que se incremente el botellón, una práctica prohibida y que genera molestos ruidos para los vecinos y la consiguiente suciedad en las calles.
Hace unos días, la Policía Local interpuso un total de 20 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública.
Esta vigilancia se está llevando a cabo en zonas que habitualmente son especialmente conflictivas, como pueden ser el parque de El Toril, la zona del Centro de Salud, la calle Laurel, El Pobo, la avenida Voluntarios o los alrededores del Centro Cultural La Pocilla. Pero además, dada la prohibición de fumar en los locales, en estos últimos meses se han incrementado las zonas donde los jóvenes se reúnen para beber alcohol, coincidiendo con los aledaños de bares y discotecas. Con todo, la Concejalía de Seguridad confía que al incrementar la vigilancia se consiga poco a poco disuadir a los jóvenes para que desistan en esta práctica, recordando que no sólo implica falta de respeto hacia los propios vecinos sino que, según la normativa, puede conllevar multas desde 300 hasta 30.050 euros.