El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Audiencia Provincial de Madrid ha dado esta semana un vuelco al ya casi olvidado Caso Torrelodones, que se destapó en verano de 2006, instando a la Policía Judicial a que inicie las investigaciones pertinentes sobre el presunto espionaje que se denunció en su momento. Asimismo, ha ordenado que se reabra el caso en el Juzgado número 2 de Collado Villalba, que recibió la denuncia pero decidió archivarla.
El ex concejal popular Jesús María Pacios ha aportado nuevas pruebas ante la Fiscalía, asegurando que una agencia especializada estuvo recabando información sobre su persona en los mismos días que él denunció que había sido objeto de seguimientos y vigilancia.
A partir de estas nuevas pruebas, la Fiscalía ha optado por remitir el caso al Juzgado de Villalba para que se sume a la causa abierta por la denuncia del notario de Torrelodones, Benito Martín. De esta manera, el caso del presunto espionaje al notario, que también estuvo involucrado en el Caso Torrelodones, será igualmente investigado por la Policía Judicial ante la posible relación existente entre ambas denuncias.
Una polémica expulsión
Esta situación se produjo a raíz de la expulsión del Equipo de Gobierno de Jesús María Pacios y su compañera Reyes Tintó. Ambos concejales decidieron no apoyar en pleno a su grupo en algunas decisiones.
El caso estalló por el enfrentamiento del Ejecutivo con una familia de empresarios locales y la intención municipal de expropiar parte de una finca de su propiedad. Pero las dudas de estos concejales respecto a la forma de actuar de su grupo venían de antes, haciendo referencia también a la adjudicación de un contrato de jardinería o la polémica del desarrollo del Área Homogénea Norte (AHN), que a punto estuvo de costar las pasadas elecciones al PP y que terminó con el rechazo de la Comunidad de Madrid a cualquier intento de urbanizar el terreno protegido.
Después de que le fueran retiradas sus competencias como concejal, Pacios puso en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción y de la prensa información comprometedora para algunos miembros de su partido. Posteriormente, el edil tuvo conocimiento de que aquel verano de 2006 había sido espiado mediante seguimientos personales y el registro documental de sus propiedades, ingresos y cuentas bancarias.
Una vez que el propio interesado ha descubierto el nombre de la empresa encargada de someterle a aquel seguimiento, espera que las investigaciones judiciales lleguen ahora a determinar quién y con qué dinero, encargó aquel trabajo contra él.
Preguntado sobre sus sospechas acerca del o los autores de este nuevo caso de espionaje en Madrid, Pacios ha asegurado a El Faro del Guadarrama que no puede “afirmar nada”. “Pero es cierto que las únicas personas que supieron en esas fechas todo lo que yo estaba denunciando estaban en Génova”. Respecto al objetivo de este seguimiento, el ex concejal sostiene que lo que sí está claro es que con esto “querían cerrarme la boca, pero no encontraron nada para chantajearme”.