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El Villalba destituye a Urías tras perder medio ascenso en Alcalá

JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014

El CUC Villalba decidió este lunes destituir al entrenador Rodolfo Urías, tras el nuevo traspié del equipo en Alcalá, un 2-2 que deja al equipo a cinco puntos del ascenso y a 11 del líder. El técnico recibió el martes la carta de cese y, al cierre de esta edición, todas las partes tenían pendiente una reunión para establecer los términos económicos de la rescisión del contrato. José Luis Santamaría, coordinador del fútbol base del club y ex jugador de Castilla y Real Valladolid, se hizo cargo el martes del equipo y será quien se siente en el banquillo este domingo -Ciudad Deportiva, 12:00 horas- ante el Dehesa Luis II. “Lo hemos hecho porque el equipo necesitaba un empujón. En los últimos cinco o seis partidos faltaba chispa y creemos que con Santamaría se puede recuperar. Quedan ocho partidos, la tercera plaza es factible -valdría la Tercera División en caso de uno o dos ascensos madrileños a Segunda B- y la segunda aún está ahí”, valoró Jacinto Mayoral, antes de entrar a la reunión en la que debía cerrar con Urías el contrato del técnico. La decisión cayó como un jarro de agua fría en la plantilla, que respaldaba a Urías. Tal es así que, en las horas posteriores a la destitución, llegó a especularse con una marcha atrás de la directiva que no se produjo. A la confusión contribuyeron dos hechos: que el club no emitiese ningún comunicado oficial de la noticia previo a la reunión definitiva del miércoles; y que Urías atendiese esa misma mañana a este medio aún en calidad de entrenador, analizando la situación del equipo y el polémico empate de Alcalá, donde al Villalba le anularon dos goles, uno legal. José Luis Santamaría dirigirá al equipo hasta final de temporada, empezando por este domingo. El nuevo técnico recupera el concurso de Manu para hacer frente a un Dehesa Luis II obligado a ganar para seguir vivo.

El presidente cedió a la presión a la tercera crisis, asesorado por su directiva
Jacinto Mayoral decidió seguir los consejos de sus directivos y asesores destituyendo a Urías, en la que se puede catalogar como Tercera Crisis. La primera, en el arranque liguero, quedó zanjada con dos goleadas consecutivas (2-4 al Fundación y 5-1 al Brunete); la segunda fue más grave y puso los cimientos del desenlace, cuando, tras ganar 2-1 al Fundación, el público pidió la dimisión de Urías incluso al descanso de ese partido. El presidente consensuó entonces con sus directivos un plazo de cuatro partidos de gracia hasta el choque ante el Vicálvaro. El equipo ganó tres, pero la derrota ante el líder dejó al técnico tocado para viajar a Alcalá. El nuevo traspié fue definitivo: “Me ha dado mucha pena, porque es un amigo”, admitió el presidente, el mayor valedor de Rodolfo Urías.