Yo también soy Agustín Juárez

El alcalde de Collado Villalba anunció la semana pasada que denunciará por difamación a Agustín Juárez, candidato del PP. No crean ustedes que esta denuncia tiene base jurídica alguna, es simplemente lo único que se le ha ocurrido a González para tratar de contrarrestar la avalancha de preguntas que le hace toda la oposición y hasta la opinión pública acerca de los dos escándalos de la obra del túnel y del centro comercial de la ITV en los que está implicado junto a los constructores de las fotos de Andorra.

Señor González, puede usted denunciarme a mí también porque pienso y digo exactamente lo mismo que Agustín Juárez. En realidad el problema que tiene usted no se llama Agustín Juárez, su problema es que en Villalba hay miles que somos Agustín Juárez.

La mayoría conocerá ese chiste acerca del conductor kamikaze que va por la autopista en dirección contraria esquivando coches y escucha en la radio: “Mucho cuidado a todos los que conducen por la autopista porque hay un conductor que va en sentido contrario”. Y el kamikaze exclama: “Uno sólo no. ¡Hay cientos!”. Este ridículo puede servir para definir el grado de patetismo al que ha llegado el señor González en su desesperado intento por salvar aquello en lo que ya pocos creen: su palabra y su honor.

Esta denuncia es simplemente el último cartucho que le quedaba para poder incluso llegar a las elecciones, porque de otra manera es posible que el PSM, que no la Agrupación Socialista villalbina, se hubiese empezado a plantear si era adecuado mantener como candidato a una persona denunciada por partidos tan distintos como IU y PP, además de Manos Limpias. Lo peor para él ha debido ser constatar que cualquiera puede ser el próximo alcalde de Villalba, incluido el ‘oso Yogui’, excepto él, al que se le cierra un posible acuerdo de gobierno con IU. ¿Y el resto de sus compañeros de Ejecutivo? Bien gracias, cobrando el 30 de cada mes.

No deja de ser curioso comprobar una vez más la falta de valentía de González al presentar esta patética denuncia contra el portavoz popular y hacerlo en nombre del Ejecutivo, cuando a los que se les reprochan las amistades es al propio alcalde y a Gómez Sierra. Al resto de concejales socialistas lo único de lo que se les culpa es de falta de dignidad política y de ejercer un servilismo que pagarán en forma de votos durante mucho tiempo. La autoridad no se demuestra a través de la servidumbre de los demás, porque eso no es más que autoritarismo y en eso es experto González Durán. De hecho la última fechoría perpetrada por este señor es plantarse en un instituto de la localidad junto al secretario general de las Juventudes Socialistas para comerles el tarro a los chavales, muchos de ellos menores, y regalarles al final una memoria USB con el logo de su campaña electoral. Y todo sin dar opción a los alumnos de elegir si querían escucharle o no. Hace falta ser miserable.

Por esto y por muchas cosas más le vuelvo a repetir al señor González que vaya preparando las demandas porque en Villalba hay miles que somos Agustín Juárez.